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22 enero 2016

ATHLETIC-BARCELONA

«Cuidado con los niños», gritaban en la montonera en el metro tras el partido

GABI CUESTA

Cerca de 200 personas sufrieron una larga cola para acceder al metro.Cerca de 200 personas sufrieron una larga cola para acceder al metro. / JUANMA MALLO

  • Unas 200 personas se vieron afectadas por el cierre de las puertas en la estación de San Mamés tras el encuentro entre el Athletic y el Barcelona. Desde el suburbano explican que es una medida de seguridad para evitar aglomeraciones en los andenes

    Cerca de 200 personas sufrieron este miércoles una montonera en los accesos al metro al finalizar el encuentro ante el Barcelona. La entrada por Luis Briñas a las escaleras mecánicas estaba cerrada, por lo que numerosos aficionados no pudieron coger el suburbano hasta cinco minutos después de que finalizara el choque. Los hinchas que abandonaron el estadio antes de tiempo no consiguieron evitar las molestas colas. Pese a su paciencia, cierto nerviosismo se extendió entre los aficionados, que silbaron y apremiaban a los controladores para que procedieran a abrir el acceso.

    La misma situación se repitió en la otra entrada, la correspondiente a Sabino Arana. También este acceso fue cerrado, lo que impidió a los seguidores dirigirse a sus destinos. El malestar entre los mismos se dejó igualmente notar.

    El gran problema surgió una vez que las bocas de metro fueron abiertas. Fue cuando las prisas se convirtieron en empujones y se formó una aglutinación en torno a la entrada que afortunadamente quedó en un susto. Entre «no empujéis» y «cuidado con los niños», la gente trataba de acceder a las escaleras mecánicas sin apenas espacio para moverse. «Esto sí que es seguridad», ironizaban algunas personas. Incluso más de uno tuvo que agarrarse a las columnas metálicas que sujetan la estructura de cristal para no ser arrollados.

     

    Desde Metro Bilbao, aseguran que el cierre de los accesos se debe a la aplicación del protocolo de actuación en caso de aglomeraciones. Se trata de una medida acordada por la Ertzaintza, la Policía Municipal y Protección Civil para evitar posibles contratiempos cuando el número de pasajeros es superior a lo habitual.

    Según la organización, el problema reside en la capacidad de los andenes, por lo que descartan acortar las frecuencias como posible solución. Desde la entidad explican que, debido a la limitación del aforo en el subterráneo, una vez que las zonas de espera se llenan, los miembros de seguridad deben bloquear temporalmente el acceso para evitar posibles incidentes.

    El servicio habitual finaliza a las once de la noche, con una periodicidad de diez minutos entre cada tren. Sin embargo, con motivos de eventos especiales como el partido de anoche, la actividad se eleva y los intervalos son de cinco minutos.

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