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14 enero 2016

El cable sustraído en Cataluña supera al robado en toda España

-Adif denuncia 137 kilómetros de cable desaparecido en vías catalanas

 Barcelona 14 ENE 2016 - 00:03 CET

Las comisarías catalanas de los diferentes cuerpos policiales acumularon el pasado 2015 cerca de 400 denuncias presentadas por Adif en las que la empresa pública manifestaba ser víctima de los ladrones de cable de cobre.
Según un portavoz de la empresa de infraestructuras ferroviarias, el recuento de cable robado el pasado año es “desolador” y supera, sólo en Cataluña, los 137 kilómetros de cable. Una cifra muy similar a la robada en el mismo periodo de tiempo en el resto de España, donde fueron sustraídos 136 kilómetros de cable tanto en las líneas férreaa de cercanías como en las de alta velocidad del resto de comunidades autónomas.
Pese a tratarse de una cantidad de kilómetros muy alarmante, el número de robos y el cable sustraído es muy similar al hurtado en 2014. “En Cataluña tenemos un grave problema de delincuencia organizada especializado en el cobre que actúa con mucha rapidez”, aseguraba ayer un portavoz de Adif. La empresa destina muchos esfuerzos en “sistemas de seguridad y patrullas privadas que no pueden evitar la existencia de un mercado negro con el que nuestros enemigos consiguen suculentos beneficios”.
Este año las bandas organizadas no sólo se conforman con el cable de cobre “también nos hemos topado con la sustracción de raíles, otros nos quitan hasta los contrapesos de las catenarias —que son de hierro— y dejan en suspenso la circulación de trenes”. Las pérdidas económicas millonarias a las que se enfrenta Adif “son incalculables, nos obligan a tener cable en stock, personal que lo coloque y el perjuicio a la imagen de la empresa provocado por las decenas de incidencias es incalculable”.
Los Mossos d’Esquadra mantienen constantemente activado un protocolo de actuación para combatir los robos. La actuación de los agentes se divide en diferentes dispositivos que comienza con los controles en las carreteras, rotondas, accesos a las instalaciones férreas y aquellos lugares que utilizan los ladrones para hacerse con el cable. Cuando no se ha podido evitar el robo, los agentes destinados a la investigación toman protagonismo. Además, la policía autonómica realiza inspecciones periódicas en las chatarrerías. El pasado 2014 realizaron 1.125 inspecciones.
Pese a la evidencia de que en Cataluña hay una mayor presencia de bandas organizadas especializadas en el negocio del cobre, desde el Departamento de Interior se asegura que no se ha disparado el número de robos en comparación con otros años. Entre enero y noviembre de 2014, los Mossos d'Esquadra contabilizaron 422 robos de cable de cobre y en el mismo periodo de tiempo del pasado 2015 la cifra fue inferior, aunque muy similar: 381 hurtos.
El pasado octubre el consejero de Interior, Jordi Jané, aseguró que los agentes de la policía catalana dedican más de 14.000 horas de patrullaje mensual para combatir estos robos. Un esfuerzo que no siempre se ve recompensado judicialmente. En noviembre detuvieron a dos ladrones con 1.000 kilogramos de cobre robado en un vehículo. Los dos asaltantes, con nueve antecedentes, quedaron en libertad tras declarar ante el juez.

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