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11 enero 2016

«No puedo acceder a la estación de tren de Orduña porque no se adapta a los discapacitados»

ASIER ANDUEZA | ORDUÑA

Goikoetxea ha recuperado la vista y bastante movilidad tras tres operaciones, pero para desplazarse utiliza este ‘scooter’. Goikoetxea ha recuperado la vista y bastante movilidad tras tres operaciones, pero para desplazarse utiliza este ‘scooter’. / M. L. G.

  • María Luisa Goikoetxea, que no puede andar tras sufrir un ictus, inicia una campaña para poder usar el servicio y seguir su rehabilitación en Bilbao

    «Un día que mis familiares me llevaron a Bilbao a la recuperación les dije que me dejaran sola y conseguí subir con mi ‘scooter’ para minusválidos al andén de la estación de Abando, pero el personal de Renfe me dijo que en Orduña no podría bajar del tren porque su apeadero no está adaptado para discapacitados». María Luisa Goikoetxea recuerda que dijo basta en aquel momento. Padece una discapacidad desde que en febrero de 2014 sufriera un hemorragia cerebral, pero se vale por sí misma y está decidida a hacer valer sus derechos. Por eso ha realizado una campaña para reclamar lo que considera «de ley y que me impide hacer una vida normal después del largo camino de la recuperación». Así de claro y contundente.

    Lo primero que hizo fue enviar una carta al Ararteko explicando su caso. Pero desde la oficina del Defensor del Pueblo Vasco le contestaron que, al ser Renfe una empresa dependiente del Gobierno central, trasladaba la información a su homólogo nacional, quien «se ha limitado a contestarme que estudiaría el caso». También intercedió directamente vía email ante el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) -gestor de la red-, pero «ni tan siquiera me han ofrecido una respuesta de cortesía». Así que esta semana ha promovido una petición de firmas en la red social ‘Change.org’ en la que pide a Fomento que adapte la estación de Orduña, donde un escalón y un espacio entre el vagón y el muelle impiden que una persona discapacitada pueda por acceder sí sola al convoy y, como en su caso, trasladarse a Bilbao tres días a la semana para seguir con su rehabilitación.

    «La solución es bien sencilla: una plataforma elevadora como la que tienen en Bilbao»

    Esta doctora de 55 años, que, paradojas de la vida, ha trabajado para la Diputación realizando valoraciones de dependencia y dirigía un centro de rehabilitación del Instituto Foral de Asistencia Social de Bizkaia en Txurdinaga -durante 18 años fue también responsable de la residencia municipal de Orduña-, sólo pide poder acceder al tren desde su estación. Para ello, según explica, «la solución es bien sencilla porque en Bilbao tienen una plataforma elevadora para largos recorridos y sólo haría falta poner una igual en Orduña».

    Sus vecinos y compañeros de trabajo se han volcado con María Luisa Goikoetxea para que pueda recuperar su vida normal. Tanto que ella no sabe como agradecérselo. De hecho, apenas cinco días después de lanzar la petición virtual, ya superaba las 1.600 adhesiones.

    El 23 de febrero de 2014 la vida de María Luisa dio un giro de 360 grados cuando sufrió un ictus que la inmovilizó la parte derecha de su cuerpo, la dejó ciega y la mantuvo en coma tres semanas. Tras ocho meses «intentando recuperar la movilidad perdida» en diferentes centros sanitarios, regresó a su Orduña natal con su marido y su hijo para emprender una nueva vida llena de obstáculos. Durante el año pasado, y gracias a tres operaciones, ha recuperado la vista y ha hecho grandes avances en cuanto a movilidad. Además, puede desplazarse por sí sola gracias a un ‘scooter’. Aun así, la recuperación fue muy dura. «Lo pasé muy mal, especialmente cuando me tocó estar muy lejos de mi casa. Me sentía como si estuviese en una cárcel», recuerda.

    Mejoras insuficientes

    En un permiso que le dieron en el centro Aita Mari de Arrasate, especializado en la rehabilitación de personas que han sufrido daños cerebrales, «decidí no volver más y continuar mi rehabilitación en la delegación que tienen en el centro de Bilbao». Para ello, debe acudir tres veces por semana acompañada por su hijo, que tiene que dejar sus clases, o por su marido, «que menos mal que es autónomo», pero que tiene que desatender su negocio.

    Plataforma elevadora existente en la estación de Abando.

    Plataforma elevadora existente en la estación de Abando. / M. L. G.

    Aunque en la Línea C3 de cercanías entre Bilbao y Orduña se han ejecutado mejoras en estaciones como Arrigorriaga -se han construido dos ascensores-, y están previstas en Ugao, los andenes siguen sin estar adaptadas para que personas con discapacidad puedan acceder a los vagones. Fuentes de Adif, además, ya explicaron que este trazado se usa también para mercancías, y cualquier modificación es complicada, ya que «por cuestión de seguridad tiene que existir un ancho de sobra para que puedan transitar además de los trenes de cercanías, los de mercancías y larga distancia».

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