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30 noviembre 2015

La red de trenes de cercanías pierde cuatro millones de billetes al año desde la crisis

30 noviembre 2015

 

GRÁFICO

Un tren entra en la estación de Llamaquique, la segunda con más pasajeros de la región. / MARIO ROJAS

  • La Losa redujo a la mitad su uso desde 2008 y la segunda estación de la región carece de vendedores. En Gijón hay cuatro apeaderos que no captan ni 10 viajeros al día

    Los trenes de cercanías han perdido un 10,7% de clientes en todo el país desde que en 2008 estallase la crisis. En Asturias el desplome es tres veces más grave, del 33,4%, lo que invalida cualquier explicación limitada a la destrucción de empleo. Algo se está haciendo aquí peor en materia de gestión ferroviaria. Algo que vacía los asientos de forma lenta pero continua. Los servicios de proximidad de ancho ibérico y métrico, esto es, los trenes que recorren el '8' asturiano, mueven poco más de 20.900 pasajeros diarios, que es casi 11.150 menos que hace siete años. Al cierre del año 2014 la empresa pública había prestado 7,6 millones de desplazamientos, cuatro millones menos que en 2008.

    En abril EL COMERCIO desveló cómo los trenes de la extinta Feve se detienen en 34 apeaderos donde no captan ni un pasajero al día. La mayoría de ellos están en la línea costera, en núcleos de las alas, lo que podía dejar la impresión de que el problema ferroviario se limita a las vías de ancho métrico y las zonas más despobladas. Este periódico ha tenido acceso a los registros oficiales de lo ocurrido en las 162 estaciones de cercanías que lo han sido en los últimos siete años. La información retrata cómo la sangría atañe también al ancho ibérico y a los concejos más poblados, y donde están las estaciones que crecen a contracorriente y merecen refuerzos.

    En los principales concejos la desbandada es general, aunque más acusada en Gijón, donde el número de pasajeros que salieron de sus estaciones se desplomó un 39%. En los apeaderos de Oviedo el declive es del 34% y Avilés resiste mejor, con una contracción del 24%.

    El epicentro de la red se mantiene en La Losa. De ella salen cada día 3.359 pasajeros en cercanías de ancho ibérico (el tradicional de Renfe) y 1.051 lo hacen en ancho métrico (el de la extinta Feve). Es casi tanto pasaje como el que suman todos los apeaderos de los concejos de Gijón y Avilés juntos. La primacía de la estación ovetense sigue intacta, a pesar de que en 2008 daba servicio a más del doble de ciudadanos que ahora.

    La Losa incurre en errores que están penalizando su uso. Quien accede por la entrada principal, en la calle Uría, encuentra sólo información de las frecuencias de ancho ibérico. Las pantallas, paneles y máquinas nada dicen sobre las frecuencias disponibles en los andenes más lejanos, los de ancho métrico. La absorción de Feve por Renfe no ha logrado solventar esta incoherencia.

    Las encuestas hablan

    El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), responsable de las estaciones del país, hizo en 2013 una encuesta entre todos sus clientes. La puntuación que dieron a La Losa la colocaba como la número 76 sobre un total de 99 instalaciones analizadas. Los usuarios se quejaron de la limpieza, comodidad del mobiliario y deficiente información recibida.

    Una parte del desplome de La Losa obedece a usuarios que ahora recurren a Llamaquique, estación estrenada en marzo de 2007. La parada al lado del Edificio de Usos Múltiples (Easmu) es la segunda en importancia de la región, con 2.152 viajeros diarios que marchan desde sus andenes. Pese a ello, la instalación carece de vendedores; sus usuarios se las arreglan con las tres máquinas expendedoras dispuestas antes de los tornos y la buena voluntad de los guardias de seguridad cuando se encuentran en el vestíbulo.

    En total, Oviedo dispone de 17 estaciones, tras el cierre de Fuso de la Reina y Caces. De sus andenes salen 8.011 usuarios al día, 4.209 menos que en 2008. La caída es constante, pero se acentuó el pasado año, con 1.000 clientes diarios menos de golpe. Es un tropezón que tiene sus excepciones en Colloto y Parque Principado, de uso creciente. La antítesis la ofrecen Las Mazas y Soto-Udrión, donde los trenes se detienen para embarcar a solo ocho usuarios diarios. En ancho ibérico es notable la sangría de El Caleyo, con 33 pasajeros que salen al día, frente a los 141 de 2008. El cierre de la fábrica de hormigones de San Claudio quizás explique el episodio.

    Cuestión de accesos

    En Gijón la demolición de El Humedal acentuó el declive que ya causaba la crisis, tal y como avanzó este periódico hace dos semanas en una información centrada en sus grandes estaciones y que computaba tanto los pasajeros que salían de ellas como los que entraban. Aquí, para calibrar el funcionamiento regional, solo se analiza uno de los flujos, el de salidas, para no contar dos veces a cada viajero.

    Las doce estaciones operativas en el concejo ven marchar a 2.973 viajeros al día, 1.922 menos que en 2008. Sanz Crespo, la principal terminal, fue situada como la decimoctava peor de las 99 valoradas en la encuesta del Adif; el aspecto que más castigaron los sondeados fue la dificultad para acceder a los autobuses desde la estación. Llama la atención que en el concejo más poblado de la región, cuatro de las ocho estaciones de ancho métrico no lleguen a la decena de viajeros diarios embarcados.

    Avilés es concejo de siete estaciones, todas con un aprovechamiento similar, salvo Cristalería, con 4 clientes embarcados al día. En ancho métrico, Apeadero ha perdido un 63% de pasaje, convirtiendo a la estación de Avilés en la principal.

    En 2014 la empresa incrementó la fiabilidad de los datos tomados en los apeaderos de menor tamaño, lo que le llevó a elevar sus registros en parte de ellos en varios pasajeros al día.

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