ElNortedeCastilla.es

25 noviembre 2015

«Ya no me monto en un tren que sé que va con exceso de peso y por respeto a las víctimas»

Aitor Rei, director de ‘Frankenstein 04155’, se dirige al público que ayer llenó el Juan Bravo. Aitor Rei, director de ‘Frankenstein 04155’, se dirige al público que ayer llenó el Juan Bravo. / A. de Torre

  • La película documental sobre la tragedia del Alvia de Santiago se podrá ver de nuevo en los cines Artesiete, a partir del 11 de diciembre

    Que sabor agridulce dejó la esperada presentación en Segovia del documental ‘Frankenstein 04155’, programado dentro de la Muestra de Cine Europeo (Muces). La interrupción del visionado «por problemas técnicos», según ha aclarado la organización del festival, fue la triste anécdota; y así debe quedar en la conciencia de la Plataforma de Víctimas del Accidente del Alvia de Santiago; del director Aitor Rei; de la productora Boneca Lareta; de la distribuidora Noveolas, y de los espectadores que prácticamente llenaron ayer el aforo del teatro Juan Bravo, atraídos por la verdad incómoda que desvela sobre la tragedia ferroviaria de Angrois.

    La investigación llevada a cabo por el equipo capitaneado por Rei ya ha ganado la Mención Especial en la Seminci de Valladolid «por indagar con gran rigor en las causas del accidente del tren Alvia de Santiago», además de mostrar la distancia entre la sociedad y las instituciones. Los segovianos tendrán otra oportunidad de ver ‘Frankenstein 01455’ a partir del 11 de diciembre, en los cines Artesiete. El documental se ha distribuido en más de veinte salas de España, «todo un hito», afirma el gallego, quien arroja luz sobre las 81 muertes y más de 140 heridos del siniestro a partir de «la documentación propia de Renfe y Adif y con las declaraciones de técnicos, exdirectivos y personal de las empresas públicas», desvela el director.

    Un dato: en ‘Frankenstein 01455’ hay más de 6.000 horas de investigación solo de Rei, a las que hay que sumar las invertidas por el equipo.

    –¿Cómo se materializó el contacto con las víctimas?

    –Un día me fijé en un post en Facebook de la plataforma de víctimas que hablaba de los errores y negligencias del accidente. Mandé un correo electrónico, pero imaginaba que estarían saturados; sin embargo me respondieron a las dos horas.

    –Y llega el momento en el que le dan la documentación y...

    –Marco distancias y veo que hay por dónde explorar. Al final, se concluye que el tren iba con un exceso de peso. Unos trenes que siguen circulando, por cierto. Yo no me monto por respeto a las víctimas y porque no me meto en un tren que sé que va sobrado de peso. Los propios maquinistas y directivos, eso está grabado, lo llamaban ‘Frankenstein’.

    –¿Y ese bautizo ‘monstruoso’?

    –Se explica en el documental. Es un engendro, un tren construido con trozos o restos del Alvia S130 al que se unen dos furgones generadores. El 04155 es el número del servicio.

    –¿Cómo se enfrenta al rodaje?

    –Me hice dos preguntas: por un lado, los hechos y cuál es la verdad que revelan los datos que tenía. Claro que hay algo de denuncia, pero el documental presenta objetivamente los datos para que el público saque sus conclusiones. Por ejemplo, cuando lo vio la cúpula del Consejo de Transportes del Parlamento Europeo, confesaron que nunca creían que iba a ser tan objetivo. Me lo pidieron y se lo pasé, y sé que está siendo un ‘greatest hit’. Me dirijo a la cabeza del público, no a las vísceras. Es la propia documentación de Renfe y Adif la que dice que el tren iba con exceso de peso.

    –Imagino que se toparía con más de una traba.

    –Muchas. Y amenazas, también a gente a la que han presionado para que no salir. La película transciende el accidente y refleja un país en decadencia y putrefacción, han dicho sobre ella. Fíjate, no han declarado los directores de seguridad de Adif ni de Renfe, que fueron los responsables de desconectar el sistema de seguridad. Y no solo no han comparecido, sino que han sido ascendidos. ¿Pero sabes una cosa? Nadie lo ha desmentido, nadie dice nada porque están enmarronados.

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