El estado de la vía lastra el futuro del tren entre Valencia y Zaragoza

ELISA ALEGRE 15/11/2015

La línea de tren entre Valencia y Zaragoza, dos de las ciudades más grandes de España, tiene hasta 18 tramos con limitaciones de velocidad por el mal estado de la vía, una línea "tercermundista" para la que reclamarán inversiones en una gran manifestación en Teruel el próximo 21 de noviembre.

Este es el principal lastre de este trayecto que forma parte del Corredor Cantábrico-Mediterráneo, un eje de comunicación que uniría hasta siete Comunidades Autónomas, desde Valencia hasta Santander, con 11 millones de viajeros potenciales, destaca a Efe Pablo Justo, presidente de la Plataforma para la Defensa del Ferrocarril en Teruel.

Conseguir el compromiso del Gobierno central con esta infraestructura es el principal objetivo de la manifestación convocada por esta organización, junto a Teruel Existe y la Federación de Vecinos de Teruel, para el próximo 21 de noviembre en la capital turolense.

A esta movilización, a la que se sumarán las instituciones de la provincia y todos los partidos políticos, están llamados también los representantes políticos, empresariales y ciudadanos de los municipios del corredor.

El "olvido institucional" de esta vía durante décadas se ha plasmado en partidas económicas incluidas en los presupuestos que luego no se ejecutaban.

La última actuación fue la inversión de 395 millones de euros en el tramo entre Teruel y Zaragoza a finales de 2008, un "parcheo", según Justo que lo que reclama es "dar dignidad" a esta vía.

Para empezar, terminar con las limitaciones de velocidad, lo que permitiría ahorrar hasta 40 minutos de viaje, y reducir las 3 horas y diez minutos que le cuesta al tren cubrir el trayecto entre Teruel y Valencia.

"Están dejando morir el tren además con políticas que desincentivan su uso" como malos horarios o precios desorbitados en comparación por ejemplo con su rival más directo, el autobús.

Así que si el trayecto es más largo que por carretera, más caro y con menos salidas, a los viajeros les quedan pocas razones para elegir el tren.

Además, las malas condiciones de la vía desaniman también a las empresas a utilizar esta opción, que conecta el interior con lugares estratégicos como el Puerto de Valencia.

La reivindicación de Teruel es vieja en el tiempo pero "ahora se han dado al mismo tiempo apoyos que nos dicen que es el momento de salir a la calle", destaca Justo.

Se refiere a las manifestaciones de las organizaciones empresariales de Aragón y la Comunidad Valenciana, así como los Gobiernos autonómicos.

La primera empresa aragonesa, la General Motors, ha "apostado por esta línea para sacar sus coches por Valencia", apostilla también Justo, aunque en las últimas semanas haya tenido que sufrir algún contratiempo cuando un convoy tuvo que hacer noche en Teruel al no poder remontar un puerto por el mal estado de la vía tras las lluvias.

El trayecto que se encuentra en peor estado, añade el portavoz de la Plataforma, es el que une Teruel y Valencia: "Es el que necesitaría más inversiones porque hasta ahora no ha pasado nada grave pero de milagro".

La manifestación del 21 de noviembre va más allá de pedir inversiones para el tramo entre Zaragoza y Valencia, y quiere reivindicar que España apueste por el eje Cantábrico-Mediterráneo, por su potencial económico y social.

Es también un buen momento para ello, dice Justo, porque ahora la Unión Europea ha declarado esta vía como fundamental y ha abierto la posibilidad de aportar financiación, de hasta un 40 por ciento.