Alrededor de un centenar de personas se congregó ayer ante las puertas de la Subdelegación del Gobierno en León para llamar la atención sobre la situación de la Red de Ancho Métrico, el ferrocarril de vía estrecha, cuyo servicio se ha visto mermado al no haberse cubierto las vacantes de maquinistas. El coordinador en León del Sindicato Ferroviario (SF-Intersindical), Amador Hernández, advirtió de que, lejos de mejorarse, el servicio para los usuarios de la antigua Feve —integrada en Renfe y Adif desde el 1 de enero de 2013— podría verse afectado «por las jubilaciones y prejubilaciones del próximo plan de empleo».

Hernández aseguró que la plantilla de maquinistas está formada por doce trabajadores, que atienden entre 12 y 15 trenes programados para el transporte de viajeros en León en función del día. Un plantilla «muy ajustada», que provoca que, cuando se producen bajas por enfermedad o ausencias al trabajos por vacaciones u otras situaciones se interrumpan servicios y se suplan con viajes por carretera.

En la concentración estaban presentes el alcalde de La Ercina, Ignacio Robles, y uno de los tenientes de alcalde de Cistierna, Manuel Suárez, ante la imposibilidad del regidor, Nicanor Sen, de trasladarse a León,, debido a otros compromisos. Robles y Sen hicieron pública la situación que vive el ferrocarril de vía estrecha hace dos semanas. También asistieron los concejales del grupo socialista en el Ayuntamiento de León Adela Borge y Miguel ángel García Copete.

Hernández quiso desvincular la protesta del sindicato. «Se trata de un movimiento ciudadano», aseguró. También explicó que los ciudadanos que secundaron la concentración se desplazaron a León por sus propios medios, sin que SF y los ayuntamientos afectados les facilitaran medios de transporte.

«Tratamos de llamar la atención de la sociedad porque el ferrocarril de vía estrecha no puede desaparecer», señaló el coordinador, que apuntó que normalizar el funcionamiento del servicio «es cuestión de seis maquinistas». Su falta «lleva al abandono» de las líneas, a una menor calidad del servicio y a un descenso de viajeros que, con el tiempo, se puede traducir «en el cierre de la vía, cuando se trata de un medio de transporte ideal para la montaña en invierno», cuando las heladas y la nieve hacen más peligroso viajar por carretera. La bajada del 54% del número de viajeros que denuncia la confederación sindical tiene su origen en la paralización del plan de integración de la vía estrecha en León. Mientras los convoyes no lleguen al centro de la capital la compañía no será atractiva para los usuarios.