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18 septiembre 2015
Las estaciones de Renfe de Vilanova y Sitges, en jaque permanente por el incivismo
Los desperfectos se han repetido sistemáticamente en los últimos tres meses, con un total de 17 de actos vandálicos que han provocado un gasto de 17.000 euros en reparaciones
Vilanova - Garraf | 17/09/2015 - 13:20h
Imagen general del acceso secundario a la estación de Renfe en Vilanova ACN / Gemma Sànchez
Vilanova i la Geltrú. (ACN).- Desde el mes de junio, las estaciones de tren de Vilanova i la Geltrú y Sitges han acumulado 17 ataques vandálicos. Los destrozos se han producido en las maquinas validadoras de los accesos secundarios, en el lado opuesto a la entrada principal. Los autores rompen las puertas de las máquinas y a menudo bloquean el mecanismo por donde se introduce el billete, de manera que en algunas ocasiones la máquina queda abierta, con el paso liberado para acceder gratuitamente. Si se da esta situación, sin embargo, Renfe cierra el acceso hasta que repara las máquinas. Hasta ahora, la compañía ha tenido que destinar 17.000 euros a arreglar los desperfectos. Los Mossos d'Esquadra investigan los hechos para averiguar quiénes son los autores.
La estación de Vilanova i la Geltrú ha registrado ocho casos de vandalismo en el acceso sur desde el mes de junio, mientras que en Sitges –dónde el acceso secundario está ubicado en la parte superior–, la situación se ha repetido hasta nueve veces. Así lo han confirmado fuentes de la compañía ferroviaria, que han explicado que en las dos estaciones hay cámaras de vigilancia, que han permitido recoger imágenes con las que han tramitado la denuncia policial.
De esta manera, tanto Renfe como los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para determinar si los destrozos siempre los provocan las mismas personas y si los ataques de Vilanova y Sitges están relacionados. Fuentes policiales han asegurado que la unidad de Investigación y la de Seguridad Ciudadana está estudiando la situación.
A pesar de la existencia de las cámaras de seguridad, Renfe lamenta que los ataques y desperfectos se hayan convertido en una cuestión recurriente. Para frenarlo, los agentes de seguridad tienen órdenes de intensificar la presencia en estos puntos. Las mismas fuentes de la compañía han admitido, sin embargo, que las gamberradas no se producen en una franja horaria concreta, y eso dificulta el control. Al mismo tiempo, recuerdan que los agentes de seguridad que tienen que controlar este punto deben supervisar todas las instalaciones, y eso impide un control permanente in situ.
