Siemens no entregará la obra a Adif hasta que las comunicaciones estén garantizadas

ASUN G. PUENTE | LEÓN 21/08/2015

Siete años después de iniciarse la línea de alta velocidad Valladolid-Palencia-León las obras del trazado han tocado prácticamente a su fin en sus 162,7 kilómetros, aunque su inauguración, anunciada por la ministra de Fomento para la primera semana de septiembre, todavía no tiene fecha exacta en la agenda del mes que viene a la espera de cerrar flecos del trayecto aún sin culminar.

Según ha podido conocer este periódico, en el ámbito de las comunicaciones entre los trenes y el centro de control en Atocha existen problemas justo a la entrada de la estación de León, donde las antenas e inhibidores de frecuencias del edificio de los juzgados interfieren el sistema GSM-R (Group Special Mobile for Railways) de los AVE con el puesto de mando en Madrid. La UTE (Unión Temporal de Empresas) encargada de instalar los sistemas de control de tráfico y telecomunicaciones en la línea del AVE a León (Indra, Alstom y Siemens) no entregará la obra a Adif hasta que este asunto no esté resuelto a la entrada de la estación de la capital de la provincia.

Estas empresas también serán las encargadas del mantenimiento de las instalaciones por un periodo de veinte años, entre sus labores, además, deben atender a los sistemas de protección del tren, control de tráfico centralizado, sistemas de detección, telecomunicaciones y protección y seguridad de este trazado de alta velocidad.

El GSM-R, que a la entrada de la estación de León interfiere con las antenas instaladas en el tejado del edificio de los juzgados de la capital, es un sistema de comunicación digital especial creado específicamente para los ferrocarriles que permite que cuenten con servicio de radiotelefonía y línea de datos para las conexiones con Internet. Esta infraestructura cuenta con varias antenas situadas a lo largo de la vía para comunicar con los trenes y garantizar su plena cobertura, también en zonas de difícil cobertura como los túneles. El sistema está unificado con el utilizado para el transporte ferroviario en el ámbito de la Unión Europea.

Cuando el AVE llegue a León el mes que viene terminarán siete años de obras con una inversión de alrededor de 1.200 millones de euros y conectará a la capital con Madrid en una hora y cuarenta y cinco minutos, una vez que alcance el año que viene su velocidad máxima.