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16 marzo 2015

Los proyectos millonarios que frustró la crisis

  • La falta de presupuesto evitó que el Principado invirtiera más de 650 millones en unas obras que durante una década consideró indispensables

  • El Plan de Infraestructuras juzga ahora prescindibles el tren-tran, la AS-III y los tres accesos de doble calzada a la ZALIA

    • RAMÓN MUÑIZ

    •  
    • OVIEDO

     

    Entre las virtudes del Plan de Infraestructuras regional está la de enterrar buena parte de los proyectos más reivindicados por el Principado durante la última década sin hacer ruido. Los técnicos revisaron esos anhelos y encontraron que su protagonismo político no se correspondía con el rédito que iban a dar a los ciudadanos. La crisis impidió que los Gobiernos regionales invirtieran más de 650 millones de los contribuyentes en construcciones que ahora el propio plan autonómico juzga prescindibles.

    Ocurre por ejemplo con la autovía AS-III, una doble calzada de 17,44 kilómetros que debía unir Posada de Llanera y Avilés. En 2007, el entonces presidente regional, Vicente Álvarez Areces, acudía a la apertura de la AS-II, autovía que no pudo inaugurar formalmente porque así lo impidió la Ley Electoral. Antes de que el primer coche pudiera acceder a la infraestructura, el candidato socialista aventuró que de resultar de nuevo elegido «se pondrán en marcha los trabajos» para desdoblar toda la AS-17 desde Langreo hasta Avilés.

    El asunto se materializó entre Langreo y San Miguel de la Barreda, el segmento que más tráfico soportaba. Sin embargo, al Norte, las dudas de Corvera fueron complicando los trámites. El Principado trató de persuadir a los vecinos y anunció que, ante la falta de fondos, se decantaba por contratar la obra mediante 'peaje en sombra', fórmula utilizada para sacar adelante la AS-II y que consiste en que la constructora ejecute la obra y se cobre cada año en función del tráfico recibido.

    La desconfianza de los empresarios terminó por abortar una obra estimada en los 183,24 millones. Los redactores del Plan de Infraestructuras para la Movilidad de Asturias (PIMA) 2015-2030 revisaron el proyecto y concluyeron que, de ejecutarlo, el tramo captaría 12.702 vehículos, el resultado más bajo de todas las autovías situadas en el área central. El desdoblamiento apenas reduciría en un par de minutos el desplazamiento Oviedo-Avilés que se libra por la 'Y', vía a la que 'robaría' unos 5.700 vehículos al día.

    De autovía a 'punto negro'

    La conclusión de los técnicos es que la cuestión apenas sirve para descongestionar a la 'Y', «lo que unido a la elevada inversión requerida hace desaconsejable la actuación». En su lugar proponen eliminar los 'puntos negros' de la AS-17, empeño que acota el desembolso a los tres millones.

    Mayor es la inversión que se iba a consagrar en los cinco anillos (o líneas) que se llegaron a bocetar para el tren-tranvía (tren-tran). La posibilidad de reforzar las vías de ancho métrico adentrándolas en las ciudades en formato tranvía causó furor en el Gobierno regional y la extinta Feve. Hubo maquetas, viajes a Londres para sumar a National Express al proyecto, pulsos sostenidos contra unos sindicatos que rechazaban sacrificar parte de los fondos mineros en la primera línea, en el Nalón. Los distintos planes urbanísticos para el área central mantuvieron viva la llama de tal manera, que hace unas semanas, en unas jornadas organizadas por el Colegio de Arquitectos de Asturias, uno de los ponentes llegó a defender que el mejor legado de aquellos documentos de ordenación residía justamente en demostrar la conveniencia de ejecutar el tren-tran.

    Iban a ser cinco las líneas y la inversión era de impresión. Solo la del Nalón se estimaba en más de 150 millones, mientras que para el anillo de Oviedo y sus alrededores se hablaba de 180 millones. La Consejería de Fomento tiene estudios de viabilidad de cada uno y los resultados son tan concluyentes, que el equipo redactor del PIMA ha optado por pasar de puntillas sobre el asunto. La única mención que realiza es la posibilidad de prolongar la línea de Feve para que conecte con el aeropuerto mediante un ramal de 3,5 kilómetros en formato tren-tran. Calcula el empeño en 45,3 millones y concluye que vista la pérdida de usuarios que va a sufrir el aeródromo con la entrada en servicio de la línea de alta velocidad con Madrid, no merece la pena ponerse a ello.

    Si de lo que se trata es de invertir en servicios de proximidad ferroviarios, el Plan regional apuesta por prolongar la línea de ancho métrico hasta la Plaza de Europa de Gijón y la de ancho ibérico hasta Cabueñes. El asunto saldría por un mínimo de 275 millones y según el PIMA bastaría para elevar un 26,6% la cifra de pasajeros de las Cercanías de Renfe en toda la región.

    Sentencias afortunadas

    Si la falta de presupuesto, atractivo para los inversores privados y respaldo de los fondos mineros descarrilaron el tren-tran, en el caso de los accesos a ZALIA los recursos judiciales tuvieron el mismo efecto. Ahí el Principado llegó a licitar tres conexiones, con tipología de autovía (doble calzada) cada una, con un precio inicial de 192,1 millones en total.

    Los técnicos oponen ahora un escenario bien distinto. Según el borrador del PIMA por ahora basta con dos accesos de calzada simple. El que se licitó con La Peñona en 22,5 millones y el que espera hacer lo propio desde El Montico, en 19,9 millones. Es decir, que con 42,4 millones basta para resolver una movilidad que antes se dimensionaba para un desembolso cinco veces mayor.

    El realismo llega incluso a las reivindicaciones que se hacen al Ministerio de Fomento en cuestiones del AVE. La línea del Cantábrico, que exige de más de 8.000 millones, se propone ahora en 3.368. El tramo Lena-Gijón baja de los más de 1.600 millones iniciales a dos alternativas, la más económica en 282 millones.

    Queda por comprobar si la rebaja aplicada a las reivindicaciones facilitan que puedan salir, por fin, del papel.

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