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10 marzo 2015

La columna del lector

Cómo funciona Feve

María Rosa Prieto Huerta. Noreña Voy a contar cómo funciona el servicio de Feve (o Renfe, me es igual):

Llevo muchos años viajando en Feve en la línea Gijón-Laviana y durante estos años vi muchas irregularidades; pero como ahora, ninguna.

Verán: el día 10 de febrero, como todos los días, a las 17.50 horas, voy a coger el tren en Laviana para volver a casa y, como no llegaba, y en la estación a esas horas no hay nadie para decirnos si llega o no el tren, toqué el timbre de información y me dicen que por problemas el tren llegaría un poco tarde. No ocurre nada porque es normal que tengan averías (y lo digo de verdad, porque últimamente es lo que pasa). A las 19.20 aún no había llegado el tren. Vuelvo a llamar y siguen engañándonos (en la estación de Laviana estábamos tres personas esperando) diciendo que el tren está llegando a Laviana. Y era mentira, porque resulta que en ese momento nos enteramos de que aún estaba en La Felguera.

Pido a la persona con la que estoy hablando que se identifique y me dice: ¡No me da la gana! Yo creo que personas para trabajar y no tienen dónde hay muchas, pero triste es que haya gente que está ocupando un puesto de trabajo cara al público y no esté capacitada para ese puesto. Yo votaría para que los manden para casa. Lo peor de todo es que el tren que supuestamente tenía que llegar a Laviana se queda en El Entrego para dar la vuelta y no llega a recoger a los viajeros. Y teníamos que esperar a otro que sale de la estación a las 20.10 horas ¿Creéis que esto es normal? ¿Quién es el encargado de hacer esto? Luego, mucha propaganda de usar el transporte público. ¿Para qué? ¿Para poder reírse de la gente?

Señores/as: piensen en las personas que sí lo usamos porque, si no fuera por nosotros, ¿ustedes dónde estarían?

No viajamos gratis. Primero retiran a los interventores, después cierran los puestos de la estación con los jefes de estación... y lo próximo ¿son los trenes? Y al final los trenes serán un recuerdo en la mente de todos los que tuvimos necesidad de usarlos.