lne.es
21 enero 2015
Feve se desvincula del accidente en el que murió un operario en 2007 en Candamo
Los imputados y los testigos del suceso aseguran que se cumplieron todos los protocolos y que la víctima estaba preparada para la tarea
21.01.2015 | 03:29
A. P. G. Las nueve personas que están siendo investigadas por un accidente laboral mortal registrado en Candamo en 2007, todas ellos de las compañías Feve y Tecsa, se desvincularon del suceso en el que perdió la vida el leonés Emilio González. La Fiscalía pide para ellos penas de tres años de cárcel (en uno de los casos ha modificado su petición inicial de prisión por trabajos en beneficio de la comunidad y el pago de una multa), mientras que los abogados defensores solicitan a la titular del juzgado de lo Penal número 1 de Avilés la libre absolución. La vista continuará mañana.
Emilio González desempeñaba funciones de encofrador y conductor de dúmper para Tecsa. Cuando se produjo el accidente, en la madrugada del 31 de mayo de 2007, estaba realizando una tarea que consistía en el vertido del hormigón de un muro en el exterior de la boca de un túnel próximo al apeadero de Feve de Sandiche-Candamo. El trabajador levantó la tolva del dúmper unos 15 centímetros, girándola 90 grados hacia la cuneta e inclinándola para vaciarla, momento en que la máquina volcó. El trabajador intentó saltar, pero el propio vehículo lo arrastró.
Varios testigos que declararon ayer, y también algunos imputados, aseguraron que los trabajos que se estaban acometiendo no revestían peligrosidad ni complejidad. Consistían, en concreto, en la construcción de una cuneta para la salida del agua en el túnel. Los imputados explicaron que Feve contrató la obra en cuestión a Tecsa y el representante de la compañía ferroviaria enfocó su interrogatorio a demostrar que no había trabajadores de esta firma en la obra en la que se registró el fatal accidente. La Fiscalía enumera en su escrito de calificación de los hechos una retahíla de incumplimientos en materia de prevención de riesgos laborales en la obra. Pero los imputados y los testigos apuntaron que se cumplieron todos los protocolos y que la víctima estaba preparada para el trabajo encomendado.
