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13 noviembre 2014
Inspección de Trabajo había exigido a Adif la retirada del tren calcinado
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La CGT denunció ante la autoridad laboral hace dos meses "el peligro" que el convoy quemado el domingo suponía
El tren abandonado que el pasado domingo ardió por los cuatro costados en la estación de Abando tras declararse un aparatoso incendio en su interior no debía de haber estado allí. El 21 de octubre, la Inspección de Trabajo había firmado una resolución en la que exigía a la empresa pública Adif su retirada, según un documento al que ha tenido acceso EL CORREO. Las autoridades laborales habían cursado el requerimiento después de haber investigado una denuncia del sindicato Confederación General de Trabajadores (CGT). La central había mostrado su preocupación por el peligro que suponía la presencia del convoy (un viejo TER) para los empleados de Renfe y también para los propios usuarios del parking que se sitúa junto a la calle Bailén.
Las llamas, que se desataron de madrugada, provocaron inquietud y alarma en el centro de Bilbao, al tiempo que también se registraron importantes daños en los vagones y en 19 vehículos que estaban estacionados en el interior del aparcamiento. El convoy era utilizado para pernoctar por personas sin hogar. También era frecuente que se produjeran robos en su interior. Afortunadamente, no hubo que lamentar heridos.
CGT había alertado de la situación ya en mayo, seis meses antes de que el fuego devorara el tren. En septiembre, «ante la indolencia de Adif en Bizkaia», decidieron acudir a la Inspección de Trabajo. Formalizaron una denuncia, en la que insistían en el problema de salud laboral que representaba el asunto y pedían una rápida actuación para «evitar una desgracia».
La entidad dependiente del Departamento de Empleo del Gobierno vasco citó a Adif y al sindicato a una reunión para abordar la problemática. La empresa aportó «una solicitud» para pedir a la Fundación de Ferrocarriles que se llevara la unidad. En su posterior informe, la inspectora aseguró que «los vagones no ocasionan más que suciedad y problemas, por la gente que se mete en dichos vagones a pernoctar». Además, señalaba la funcionaria que «la Ertzaintza ya ha actuado en varias ocasiones por asuntos relacionados con la seguridad y la salubridad».
Finalmente, la autoridad laboral concluía que «dado que la infraestructura donde se encuentra el mismo pertenece a Adif, es la misma la responsable de proceder a su retirada y así se requiere en la reunión mantenida». La Inspección de Trabajo cerraba su oficio pidiendo que fuera informada de la ejecución de una medida que, finalmente, nunca llegó a ejecutarse.
