• JESÚS GONZÁLEZ

 
• AVILÉS

El presidente del Partido Popular no entiende las reservas del Gobierno local al anunciado estudio del Ministerio de Fomento para la llegada de la alta velocidad ferroviaria a Avilés. «Estoy estupefacto», confesó Joaquín Aréstegui. «Renunciar al AVE sería hacernos el harakiri», añadió ante la falta de aplausos unánimes en la ciudad a dicha posibilidad.

«Para nosotros es una sorpresa que no lleva a convencernos de que el PSOE es especialista en perder todos los trenes importantes de esta ciudad», prosiguió el presidente local del PP. «Hace 18 años perdieron el tren del soterramiento, cuando había la voluntad política del Gobierno de José María Aznar y la posibilidad económica para emprenderlo, como se hizo entonces en toda España», recordó Joaquín Aréstegui. «Si entonces se perdió ese tren, fue por la obcecación sectaria del entonces alcalde de Avilés, Santiago Rodríguez Vega. Lo que pasa es que ahora, 18 años después, nos encontramos con la misma historia», añadió.

El presidente local del PP sostiene que tras ocho años del PSOE en el Gobierno central, «pasa ahora otro tren importante para la ciudad, y los socialistas están dispuestos a prescindir de él, pretenden renunciar al más importante tren en décadas, y por muchas décadas».

En esa línea, Aréstegui rechazó que se pueda considerar el anuncio de electoralista cuando «ya la propia ministra anunció que se estudiaría esa posibilidad hace dos años». Al tiempo, tampoco estima que se pueda considerar la propuesta como una disculpa para aplazar la eliminación de la barrera ferroviaria. «Con la llegada del AVE, el PP mejora la propuesta para que se comunique Avilés, no es una renuncia a nada, al contrario», afirmó.

En ese punto, el presidente local del PP apuntó que «el soterramiento es un tren perdido hace 18 años, y ahora la alcaldesa también ha descartado aquel plan de construir un anillo ferroviario que rodearía la ciudad». Así pues, «lo que se plantea ahora no es nada incompatible con la eliminación de la barrera ferroviaria, sino que se sumaría a ella». De ese modo, «el problema de la barrera sería lógicamente una de las variables que analizaría el estudio sobre la llegada del AVE, porque no son dos opciones que se descarten una a otra».

Además, prosiguió Aréstegui, la posible llegada de la alta velocidad tendría garantizada su financiación. «Ante el desastre económico que dejó el Gobierno de Zapatero, el Ministerio de Fomento ya dijo que no habría dinero para nuevas inversiones, solo para las que ya estuvieran en marcha, y el AVE es una de ellas, hay dinero para el AVE», añadió.

Ante eso, Aréstegui insistió en que «no hay ninguna razón para renunciar a que el AVE llegue a Avilés, a que la ciudad esté conectada de ese modo con todas las capitales de España». Otra cosa es, prosiguió, «que los socialistas no quieran que Avilés sea tratada como la tercera ciudad de Asturias, sino como una ciudad de tercera».