La Región

13 mayo 2014

TRAYECTO BARCELONA-VIGO

Dos pasajeras de un tren Altaria acusan a un revisor de abusos sexuales

Piden tres años por un delito consumado y 11 meses más por intentarlo

La Región 12/05/2014 07:36 h.

 

Dos jóvenes vecinas de Vigo que viajaban el 12 de julio de 2010 en un tren Altaria con destino a su ciudad acusan a un revisor de sendos delitos de abusos sexuales (uno intentado y otro consumado), hechos por los que a través de su letrado reclaman casi cuatro años de prisión. En este proceso, también está personado Renfe en calidad de responsable civil subsidiario ya que el acusado forma parte de su plantilla.

Ambas, a consecuencia de la vivencia que denunciaron, sufrieron episodios de ansiedad y estrés, como miedo y fobia a viajar en tren.

Los hechos que sentarán en el banquillo de los acusados a Ángel D.LF el próximo día 22 en el Penal 2 de Ourense ocurrieron en el trayecto Barcelona-Vigo sobre las nueve de la mañana. Según sostiene la acusación particular, el acusado, cuya funciones consistían en pedir billetes y acomodar viajeros, ofreció a B.M.C. un compartimiento con cama que estaba libre. Una vez que la joven estuvo acomodada, el inculpado -sostiene la perjudicada- entró al compartimento y le dio un beso en la boca hasta que consiguió escapar y se fue a su asiento original, en donde comenzó a llorar.

La joven fue consolada por otra pasajera, P.M.L., que iba en su mismo vagón y quien le relató que Ángel D.L.F. también lo había intentado cn ella, aunque en este caso declinó entrar el coche-cama que también le ofreció.

Las dos pasajeras, quienes estaban solas en el vagón, sufrieron "un auténtico calvario hasta su llegada a Vigo", según sostiene la acusación particular, "encontrándose totalmente aterrorizadas, con auténtico pánico y zozobra, ante la posibilidad de que el agresor pudiera efectuar alguna represalia contra ellas". En la petición de pena, tienen en cuenta la agravante de abuso de superioridad y el aprovechamiento de las circunstancias del lugar.

Por su parte, el fiscal sólo ve delito en la acción del acusado hacia la pasajera a la que besó en la boca pese a su oposición. Por ello, reclama un año y medio de cárcel y 3.000 euros de indemnización por el estrés postraumático que sufrió la víctima.

Por su parte, el interventor niega que intentara besar a la joven y sostiene que con respecto a la segunda pasajera no tuvo el más mínimo trato. También alega su letrado que el inculpado había seguido tratamiento psicológico a propuesta de Renfe por apreciar conductas extrañas que incidían en el desarrollo de su labor.

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