La víctima y el agresor habían tomado el tren en la estación de Chamartín de Madrid a las 21:15 horas. Tras pasar por Peñaranda de Bracamonte la víctima, que venía en su asiento escuchando música con los cascos, medio adormilada, notó cómo le tocaban los pechos, observando a un hombre medio escondido en el asiento detrás con el brazo entre la ventanilla y el asiento que ella ocupaba.

Por este motivo acudió al revisor, manifestándole lo ocurrido y que tenían intención de presentar una denuncia. A la llegada del tren a Salamanca estaban presentes agentes policiales que habían sido avisados por la Sala del 091, tras la llamada efectuada por el revisor, por lo que procedieron a la detención del presunto autor de los hechos.