Hace trece años, el Ayuntamiento de Villaquilambre y la empresa ferroviaria Feve suscribieron un acuerdo de dos millones de euros para dar solución a los trece pasos a nivel que existían en los seis kilómetros de vías. Feve admitía que Villaquilambre era el municipio más próximo a León con mayor frecuencia de trenes, 44 diarios, y mayor número de cruces. De ahí la importancia de garantizar la seguridad.

El plan comenzó con fuerza, colocando semi-barreras en Los Jesuitas, La Cerrada y Villaquilambre pueblo, pero empezó a fallar al automatizar El Molino, pero no Las Huergas, como estaba previsto. Ambas instituciones consideraban «urgentes» las soluciones y pretendían que estuvieran concluidas a mediados de 2007, pero la crisis ralentizó todo y los avances sólo se lograron con una fuerte presión vecinal y en escasos puntos, como en el subterráneo de Villasinta, que se amplió en anchura y altura para evitar el cruce Granada en 2010.

Menos éxito tuvo la reivindicación para el paso de El Egido, que atraviesan 240 vehículos al día para llevar a los escolares a sus entrenamientos en el área deportiva o acudir a los partidos. Las últimas cuatro corporaciones municipales han intentado que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif, suprimiera ese cruce. Ahora, el gobierno del socialista Jorge Pérez parece que vuelve a traer esperanza para completar el viejo plan de eliminación de puntos negros, con nuevas soluciones para El Egido, La Cerrada, Jesuitas y las Huergas de 2,4 millones, según aseguró en el municipio la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones.

La idea es cerrar el paso de Jesuitas y desviar con un nuevo vial el tráfico hasta Las Huergas, donde se habilitará un paso inferior, al que también se derivaría el tráfico de La Cerrada. El plazo de licitación de las obras es de 9 meses desde la puesta a disposición de los terrenos por parte del Ayuntamiento, un trámite que se prolongará al menos seis meses. En el caso de El Egido, se cerrará y los vehículos se derivarán por el paso a nivel con barreras de El Molino, que se conectará con un nuevo vial paralelo a la vía que desemnbocará en la travesía del Caminón. La licitación se efectuaría en seis meses desde que las expropiaciones estuvieran aprobadas.

Ambas actuaciones de envergadura comenzarán, en el mejor de los casos, dentro de año y medio. El alcalde destaca que las soluciones previstas «no sólo evitan el peligro de los pasos a nivel, sino que además eliminan de una vez por todas la gran barrera física que supone una vía de tren, así se refuerza la apertura urbanística que tendrá el pueblo de Navatejera hacia la carretera de la Cerrada y Villaobispo. Creo que es la actuación urbanística más importante que ha habido en Villaquilambre».