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17 diciembre 2018
Se moverá en ese régimen hasta 2027 en Cercanías y Media Distancia
Renfe mantendrá el monopolio para afrontar la mayor compra de trenes de su historia
Diez años de calma en sus cuentas negativas pese a 10.000 millones de subvenciones
Renfe se moverá en monopolio durante los próximos diez años en el servicio de Cercanías y Media Distancia, con posibilidad de ampliar este plazo otros cinco años más, según el contrato-programa aprobado por el Gobierno. La compañía ferroviaria se asegura así un periodo de calma en sus cuentas gracias a los 9.700 millones de euros que recibirá del Estado en este primer periodo y afrontar la mayor contratación de trenes de su historia cifrada en 3.000 millones de euros.
El Ejecutivo ha desbloqueado uno de los proyectos que los fabricantes de trenes Talgo, Bombardier, CAF, Siemens y Alstom llevaban esperando desde la legislatura de Mariano Rajoy. La salida del Gobierno del PP aplazó el proceso y ha logrado ver la luz antes de fin de año, lo que permite que el plan de licitación de trenes pueda comenzar a partir de enero próximo, con la idea de que en abril esté cerrado todo el calendario de compras.
La macrooperación permitirá a la empresa ferroviaria modernizar y rejuvenecer su flota de trenes de Cercanías y los de Media Distancia, los dos servicios que más viajeros transportan pero que siguen siendo deficitarios en cuanto a su aportación a la cuenta de resultados. En 2017, los trenes de cercanías transportaron 423,65 millones de viajeros, lo que supone un 3,6% más y los regionales 23,3 millones (+1,5%), frente a 21,10 millones de viajeros que utilizaron el AVE y los 11,7 millones de Larga Distancia.
Vuelta a los beneficios
Renfe afrontará la renovación de su flota en un momento en el que la compañía estatal ha logrado regresar a los beneficios gracias a los ingresos del AVE y la aportación estatal. El ejercicio pasado recibió una subvención de 843,7 millones de euros para sufragar los costes de los servicios de Cercanías y Regionales. Durante los próximos diez años, el Estado inyectará en la compañía 1.000 millones de euros anuales.
Los mayores ingresos de la alta velocidad y las ayudas que recibe del Estado permiten amortiguar los costes que Renfe tiene por el canon que debe abonar al gestor de infraestructuras ferroviarias Adif por el uso de las vías y estaciones, unas tasas que siempre han sido objeto de discrepancia entre ambas compañías.
La empresa ferroviaria considera que es un canon demasiado elevado todo lo contrario de lo que opinan los directivos del gestor de infraestructuras. La división de Mercancías es también deficitaria igual que lo está siendo, de momento, el proyecto del AVE a La Meca.
Hasta septiembre, Renfe registraba unos beneficios de 54,1 millones de euros, con lo que puede cerrar 2018 con resultados positivos. La empresa registró entre enero y septiembre unos ingresos de 2.931 millones de euros lo que supone un crecimiento de un 12,9%.
Por su parte, los servicios de Alta Velocidad y Larga Distancia facturaron 1.904 millones de euros, dos terceras partes de los ingresos totales. Tanto el AVE como Larga Distancia no reciben ayudas estatales y en 2020 tendrán que competir con otros operadores, tras la liberalización de ambos.
Respecto a la deuda, a cierre de septiembre, la operadora registraba un endeudamiento de 4.319,5 millones de euros, un 5,1% más que a comienzos de 2018. Con la renovación de la flota, la compañía espera recuperar viajeros y mejorar sus ingresos en cercanías, un servicio en el que el anterior Gobierno del PP apenas había invertido en los últimos siete años. El nuevo contrato programa pretende renovar el 50% de los trenes.
“Horizonte importante para Renfe”
“Con el contrato-programa, se garantiza un horizonte muy importante para Renfe”, señaló el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, refiriéndose al plazo de 10 años, prorrogable otros cinco años más. En 2023, la compañía deberá presentar un informe en el que se valorará la eficiencia del servicio para poder optar a otros cinco años más. Entre los objetivos “mínimos” a cumplir, figuran la calidad, fiabilidad, puntualidad, la limpieza, el confort y la seguridad.
Con la aprobación en Consejo de Ministros, se abre ahora la puerta a los principales fabricantes de trenes como Talgo, Siemens, CAF, Bombardier y Alstom que competirán por hacerse con el suculento pastel de 3.000 millones de euros que supone el proyecto de remodelación de la flota ferroviaria.
Una de las partidas más importantes del concurso es la compra de trenes de alta capacidad de Cercanías para Madrid y Barcelona, las dos ciudades que tienen más saturadas de viajeros sus líneas. Cantabria, Galicia, Asturias y Murcia son otras comunidades en las que se van a licitar a comienzos de años trenes de ancho métrico.