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6 noviembre 2018

La mitad de las firmas estatales que diseñan el tren del futuro son vascas

Un programa comunitario alinea a los países de la Unión Europea en la definición del nuevo espacio ferroviario único

Maialen Mariscal Iker Azurmendi - Viernes, 2 de Noviembre de 2018 - Actualizado a las 06:03h

Jaizki Mendizabal, investigador de Ceit-IK4 y miembro del consejo de administración del Shift2Rail.

Jaizki Mendizabal, investigador de Ceit-IK4 y miembro del consejo de administración del Shift2Rail.

Jaizki Mendizabal, investigador de Ceit-IK4 y miembro del consejo de administración del Shift2Rail.
 

donostia- La Unión Europea se ha propuesto crear un espacio ferroviario único y como inicio ha impulsado un programa, el Shift2Rail, que persigue establecer las características del que será el tren del futuro. Un alto número de países europeos se ha aliado para avanzar en esta investigación y, en el caso de España, de los diez participantes la mitad, cinco, están situados en Euskadi.

 
 

Esta proporción es una muestra más del potencial que presenta la CAV en el ámbito del ferrocarril, como lo es que la conocida firma de Beasain CAF sea una de las fundadoras del programa europeo. Como miembros asociados vascos se sitúan la también empresa Aernnova, los centros de investigación Ceit-IK4 y Tecnalia, y la Universidad del País Vasco UPV/EHU.

Uno de los responsables que integra la “delegación vasca” en el Shift2Rail es Jaizki Mendizabal, investigador de Ceit-IK4 y miembro del Consejo de Administración de este programa. “Estamos decidiendo cómo va a ser el tren dentro de 10, 15 o 20 años”, resume de manera gráfica el objetivo de esta iniciativa impulsada por la Unión Europea con un presupuesto conjunto de 950 millones de euros y un plazo de finalización del año 2022.

Según advierte, dentro de cuatro años “no vamos a ver el tren del futuro”, pero sí se aspira a que estén definidas las bases tecnológicas sobre las que comenzar a industrializarlo y posteriormente comercializarlo. Y, destaca Mendizabal, “tendremos todo un sector unido para mantener la posición de Europa en el mercado”.

Este objetivo cobra un sentido aún mayor en la actualidad, cuando la industria del ferrocarril europea “es la número 1” pero corre el peligro de perder su liderazgo ante “las amenazas que llegan de fuera”, constata el investigador.

Por este motivo, la UE ha reaccionado e impulsa un proyecto en el que, de manera conjunta, se acordarán unas bases estandarizadas de cómo tiene que ser la industria del ferrocarril. A partir de ahí, “cada uno entrará en el ámbito que más le interese, bien el desarrollo o bien la industrialización”, indica el responsable de Ceit-IK4.

Para llegar a este punto, desde 2016 diversos agentes relacionados con el sector como empresas y centros investigadores han ido avanzando en este programa europeo, en el que “ya en el último año se han podido ver prototipos”. El ambicioso objetivo tiene muchos frentes abiertos, donde diferentes consorcios integrados por especialistas de cada aspecto concreto de la industria ferroviaria aportan sus conocimientos.

objetivos globalesEl denominador común del trabajo de todo el conglomerado empresarial e investigador europeo viene definido por los tres “megaobjetivos” que persigue el Shift2Rail, que Mendizabal clasifica en “reducir los costes a la mitad, aumentar al doble la capacidad y duplicar también su fiabilidad”.

Estas metas generales se materializan, a su vez, en cinco líneas técnicas. La investigación se centrará en los sistemas de control y señalización, en el material rodante, en la infraestructura, en el transporte de mercancías y en la comodidad y facilidad de uso del pasajero.

Ceit-IK4 se encuentra inmersa en dos de estas líneas, la relativa a la señalización y control del tren y la que se centra en el vagón de mercancías.

Respecto a la primera, Jaizki Mendizabal explica que trabajan en varias sublíneas, entre las que se encuentra la investigación para dotar de un mayor conectividad al vagón, la que se centra en su localización vía satélite o la reducción de pruebas en las propias vías. Sobre este último aspecto, el representante de Ceit-IK4 indica que lograr que todos los test se realicen en un laboratorio ahorraría muchos costes y eliminaría situaciones en la propia vía que pueden ser peligrosas.

El centro donostiarra también pretende dotar de integridad al tren de tal modo que todos los vagones se encuentren permanentemente localizados y no se produzca la pérdida de alguno de ellos, que podrían causar un accidente. La tecnología tendría como resultado además un “acoplo virtual”.

En la actualidad, dos unidades que van en la misma dirección se unen mecánicamente. Si una de ellas en un punto del recorrido se ha de desviar, para el tren, se sueltan manualmente y una de ellas se junta a otro tren. La apuesta es que los vagones vayan separados por una corta distancia que permite tenerlos unidos virtualmente pero, en el momento en el que una unidad deba tomar otra vía, pueda hacerlo en un cruce sin necesidad de parar el tren. “Como sucede en las autopistas”, explica Jaizki Mendizabal.

espacio comúnLa idea que subyace en este proyecto, además de dotar de inteligencia el tren, es crear un espacio único ferroviario en el conjunto de la Unión Europea que salve las grandes diferencias que se registran entre los países. Como ejemplo de la realidad actual, Jaizki Mendizabal relata que un tren que parte del centro de Europa para dirigirse a Italia, Suiza, Alemania y Bélgica debe incorporar todos los sistemas de cada uno de esos países. Los maquinistas deben ser unos auténticos expertos para controlar un salpicadero repleto de botones que se confía en eliminar.

origen

shift2rail

Objetivos. Los retos son tres, la reducción a la mitad de los costes, duplicar la capacidad de los vagones y aumentar al doble la fiabilidad de los trenes con la incorporación de soluciones tecnológicas que le doten de inteligencia.

Líneas de investigación. Los fines del programa europeo se trabajan en cinco ejes técnicos que consisten en el material rodante, los sistemas de control y señalización, la infraestructura que rodea al tren, la comodidad y seguridad del pasajero y el transporte de mercancías.

Resultado. El tren del futuro tendrá como principales características un sistema de funcionamiento común en toda Europa, será inteligente e incorporará todos sus servicios automatizados y personalizados para el viajero.

las cifras

950

millones de euros es el presupuesto con el que la Unión Europea y el sector del ferrocarril han dotado a este proyecto.

5

de las diez empresas del Estado que participan en este proyecto europeo son vascas.

 

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