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22 octubre 2018

Asturias

Fomento reforzará la ladera de la variante de Pajares tras detectar nuevos deslizamientos

Fomento reforzará la ladera de la variante de Pajares tras detectar nuevos deslizamientos
Plataforma reservada para las vías que ejercerán de apartadero. A la izquierda el talud levantado para contener el último deslizamiento problemático de la ladera de Campomanes. / JESÚS MANUEL PARDO

El tráfico de mercancías por la rampa bate su récord en pleno debate sobre la dedicación del segundo túnel a estos convoyes

RAMÓN MUÑIZ GIJÓN. Viernes, 19 octubre 2018, 12:38
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El Ministerio de Fomento, a través de Adif Alta Velocidad, acaba de contratar una obra adicional en la ladera de Campomanes, una pendiente con unos deslizamientos que llevan once años complicando la culminación de la variante de Pajares. De hecho, el instrumental ubicado en la zona para advertir cualquier movimiento ya identificó variaciones subterráneas en un punto del talud. Ante la posibilidad de que afectara a alguno de los postes de la línea de alta tensión aledaña, la sociedad pública ha reclutado los operarios que montarán un muro de escollera con el que afianzar el terreno.

La intervención se adjudicó de urgencia y aportará un remedio más antes de lanzar la obra de estabilización definitiva. En la ladera se llegaron a identificar hasta siete deslizamientos, cada uno de envergadura y composición distinta. Tras ocho años de faena, todos están resueltos con métodos constructivos diferentes, salvo un punto. Y es que los deslizamientos, aunque de menor envergadura, persisten contra una de las pantallas levantadas para proteger el apartadero, esto es, el lugar donde los trenes de mercancías encontrarán una vía suplementaria para echarse a un lado y dejar paso a convoyes de pasajeros.

Los ingenieros de Adif trabajan con una consultora especializada para ultimar el proyecto que refuerce la zona. El diseño prescribe la necesidad de descargar de peso parte de la ladera para disminuir las tensiones que soporta el talud. A su vez, el muro será afianzado con un nuevo sistema de contrafuertes y anclajes.

 

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El ministerio, mientras, avanza con la idea de cerrar en los próximos meses el proyecto, someterlo a aprobación técnica, y contratar la obra apurando las posibilidades administrativas. El método constructivo se está cerrando de tal forma que la obra definitiva de fijación de la ladera se pueda ejecutar entre 2019 y como mucho parte de 2020, en paralelo al montaje de vías en el apartadero. Es decir, que no retrasaría la fecha prometida para terminar todas las obras de la variante, que se mantiene en 2020.

Lo que sigue en discusión es la decisión sobre la vía a instalar en el segundo túnel de la variante. El equipo del ministro José Luis Ábalos ha decidido respetar el plan de su predecesor respecto al primero, el tubo Este donde se tenderán vías de ancho mixto (también llamadas de triple hilo). Eso permitirá la circulación tanto de trenes en ancho internacional (el tradicionalmente asociado al AVE) como en ibérico (formato usado por la mayoría de los trenes de carga). La duda reside en el tubo Oeste.

El contrato que se adjudicará en el consejo de administración de Adif de este mes o el próximo establece que inicialmente se prolongará el tramo de vía en ancho ibérico que se montó en la época de Ana Pastor al frente de Fomento. Una vez dispuesto así, está previsto activar una segunda fase, consistente en desenclavar uno de los carriles, desplazarlo al interior, y dejarlo en ancho internacional. Un grupo de trabajo formado por técnicos de Fomento y Adif dilucida si convendría posponer durante años esa segunda fase.

De tomar esa decisión, las mercancías dispondrían desde el primer día de dos túneles en la variante, uno de ellos apto además para el AVE. En caso contrario, sería el AVE el que contaría con dos túneles a su servicio, mientras que para las mercancías habría que arreglarse con uno.

El debate surge cuando el tráfico de mercancías sigue batiendo récords. Hasta finales de julio Renfe llevaba 1,43 millones de toneladas sacadas de Asturias por la rampa de Pajares, dato nunca obtenido. La salida de carga en ancho ibérico encadena cuatro años rondando las 3,5 millones de toneladas al año. El crecimiento respecto a lo que promediaba Renfe en la década anterior es del 106%.

 

 

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