El Ministerio de Fomento ya no podrá poner más objeciones a la posibilidad de invertir en la reapertura de la línea férrea Madrid-Aranda. Si hace semana y media, en respuesta a una pregunta parlamentaria del la diputada socialista Esther Peña, el director general de infraestructuras de esta cartera, Manuel Niño, se remitía por enésima vez a la necesidad de estudiar la viabilidad del trayecto y de constatar “compromisos concretos” de utilizar esta línea para el transporte de mercancías como una condición sine qua non para apostar por esta vía, ese estudio ya está sobre su mesa.

Teirlog ya ha completado el trabajo que este Ministerio le encargó para verificar sopesar el coste que supondría la puesta a punto de la línea y el provecho que podría extraerse de ello. La ingeniería ha estructurado sus conclusiones en tres supuestos, con diferente nivel de inversión. En el primer caso, con un gasto que no tendría que ser muy superior a14 millones de euros se podría reanudar el servicio, que lleva interrumpido desde que en 2011 quedó atrapada una bateadora de ADIF con el derrumbe de uno de los túneles de Somosierra, lo que permitiría una circulación de unos 1.500 trenes al año. Con una inversión de algo más de 95 millones se podría dotarla de algunas ventajas técnicas, como sistema de bloqueo automático, con lo que casi podría duplicarse el tránsito de convoyes. El tercer escenario contempla invertir casi 150 millones de euros en electrificar la vía. En este caso el cálculo de los trenes que podrían llegar a circular es de un mínimo de 5.000 al año, aunque podría llegar a triplicarse.

El documento recomienda, cuando menos, las dos primeras variantes, y aunque en el caso de la tercera la inversión es bastante considerable, según este estudio permitiría incrementar la competitividad del transporte ferroviario frente a la opción de la carretera, aliviando esta última del tráfico de camiones.

La Plataforma Ciudadana por el Directo tiene una valoración moderadamente positiva. Considera que el primer planteamiento de invertir lo justo para su reapertura supone un retroceso en el tiempo y la opción intermedia es infravalorar las posibilidades que tiene esta línea de convertirse en corredor ferroviario europeo con su electrificación, como ha explicado en Hoy por Hoy Aranda Jorge Núñez, el presidente de este colectiv0. Con este estudio sobre la mesa del Ministerio de Fomento sólo queda que ADIF mueva ficha y asuma la responsabilidad que le corresponde para reactivar esta línea férrea. En caso contrario, habrá que volver a las movilizaciones.