TRENEANDO

¿Molesta el ‘manspreading’?

 
 
 
 
 
 
 
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Esto va en serio (Por si acaso alguien se confunde). El‘manspreading’ entra en el debate público. Para los no iniciados; el término designa la malsana costumbre de algunos usuarios del transporte público de viajar con las piernas en un arco cercano a los 60 grados (más abierto, raya en el ridículo). El individuo -en este caso el 99,99% de quienes lo parctican son hombres– no solo ocupa su asiento, sino que invade la intimidad del pasajero más cercano. Y, salvo excepciones, no se cortan, aunque hay remedios eficientes para contrarrestar esta práctica.

Los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT)llevarán pegatinas contra el ‘manspreading’. Lo ha anunciado el área de Políticas de Género y Diversidad, con Celia Mayer al frente, después de que colectivos feministas iniciaran una recogida de firmaspidiendo medidas como ésta en los autobuses de la EMT y en los coches de Metro. La colocación de las pegatinas comenzará la semana que viene en los autobuses de la EMT.

Frente al sí del Ayuntamiento, la Comunidad ha trasladado este martes que no contempla ninguna medida concreta para evitar el ‘manspreading’ en los transportes públicos en los que tienen competencia porque el “Reglamento de Viajeros ya dice que a cada uno le corresponde un asiento”. Esta es la decisión adoptada hasta el momento para los usuarios del metro, cuyos responsables recuerdan que recuerda que el reglamento ya recoge que cada viajero debe ocupar únicamente el espacio que le corresponde, un solo asiento, sin invadir el espacio de los otros usuarios. “Entendemos que todo el mundo es plenamente consciente de que no puede sentarse molestando a los demás“, ha señalado, y por eso ha dicho que el Gobierno de Madrid no contempla ninguna medida concreta contra este comportamiento.

Todos los usuarios del transporte son conscientes de esta práctica abusiva que no ocurre de forma esporádica, sino que es un recurso muy común. Según los responsables municipales, noo es difícil ver a las mujeres con las piernas cerradas y muy incómodas porque hay un hombre a su lado que está invadiendo su espacio con las piernas. Pero lejos de que sea una muestra de sexismo, quienes viajan de esta forma tampoco se cortan ante el hecho de que su vecino más próximo sea un hombre.

Hay quien sostiene que este tipo de ademanes responden a conductas impositivas. “No es cuestión de mala educación sino de que igual que a las mujeres nos han enseñado a sentarnos con las piernas muy juntas a los hombres les han transmitido una idea de jerarquía y de territorialidad, como si el espacio les perteneciese”, explican algunas de las mujeres que han pedido erradicar este tipo de comportamientos.

Sin traducción oficial al español, este anglicismo se convirtió en finalista a palabra del año del Collins Dictionary, el diccionario británico. Todo comenzó el 8 de mayo de 2013, cuando se lanzó el Tumblr Men Taking Up Too Much Space on The Train (hombres que ocupan demasiado espacio en el metro) y que recogía simplemente eso, instantáneas de adultos con las piernas abiertas en el metro de Nueva York. Miles de usuarios se lanzaron a publicar imágenes en los que se rellenaba (photoshop) el espacio de las piernas con todo tipo de objetos.

El término ‘manspreading’ no apareció hasta agosto de 2014, cuando un blog de noticias de Nueva York decidió bautizarlo como Man Spread (desparrame masculino). Un mes después, la federación de transporte de Nueva York anunció una campaña de sensibilización contra el manspreading. El término alcanzó tales cotas de popularidad que hasta las figuras públicas no se salvan (Tom Hanks fue pillado infraganti). Se llame como se llame, a mí me molesta mucho y procuro hacérselo notar a mi vecino de asiento cuando lo lleva a la práctica. ¿Y a vosotros no os molesta?

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