ADIF no suprime los peligrosos pasos a nivel que hay en el municipio de Lugo, pero los dota de medidas de seguridad. Al menos eso es lo que hace en los tres que hay en la parroquia de Coeo.

Residentes en la citada parroquia lucense se muestran relativamente satisfechos con la medida adoptada por el administrador de las infraestructuras del ferrocarril en España.

Según indican los propios vecinos, a raíz de la información facilitada por los trabajadores a los que preguntaron, se trata de señales luminosas y acústicas para avisar de la proximidad de los trenes.

El único inconveniente reseñado por alguno de los vecinos que utiliza con frecuencia uno de los pasos es que la obra incluyó una losa de hormigón, que incrementa la pendiente en el acceso a la vía. En todo caso, reconocen que cuando estén en funcionamiento las señales, será menos peligroso cruzar la vía por estos puntos.

Uno de los pasos se encuentra en la vía romana XIX, que desde hace años está debidamente señalizada, al hilo del desarrollo de un programa financiado con fondos europeos. Los vecinos se quejan de que institucionalmente no se produce el desbroce de esta vía desde el pasado mandato municipal, cuando era concejal de Zona Rural Manuel Chaín. Algunos propietarios han limpiado el tramo de camino, pero solo en el lado que corresponde a su fincas. Hay vecinos que exigen que intervengan el Concello o la Diputación.