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18 noviembre 2016
La experiencia de viajar en tranvía
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El paso de los convoyes por la zona de Renfe sorprendió a numerosos granadinos
El aforo interior de los vagones permite 250 personas por cada unidad que tendrá una frencuencia de 8 minutos.
Desde la parada de Jacobo Camarero en Albolote partió ayer a las 10:23 horas una de las 15 unidades que el Metro de Granada guarda a la intemperie en los Talleres y Cocheras del Cerrillo de Maracena. Una jornada esperada por eso de atravesar los dominios de Renfe en la capital, transitar bajo el Camino de Ronda y aparecer en el Zaidín. Tres hitos que dan cuenta de lo poco que resta para que el tranvía eche a andar tras diez años de espera.
A velocidad comercial hasta llegar a La Caleta, tramo de 7,4 kilómetros que ya sabe lo que es ver pasar al Metro. Previamente, empleó quince minutos en cubrir la distancia entre Albolote y la estación de autobuses de la capital.
A paso de hombre transitó el tranvía desde La Caleta a la Hípica, es decir alrededor de 5 kilómetros por hora. Una velocidad que aumentará cuando ya empiece a funcionar en marzo de 2017. En términos generales, la media se situará en los 20 kilómetros por hora teniendo en cuenta el tiempo de espera. Un parámetro que en el caso del autobús ronda los 11 kilómetros por hora. De todo el trazado, el momento que podrá adquirir mayor velocidad será durante el paso por el túnel bajo el Camino de Ronda donde se alcanzarán los 70 kilómetros por hora.
A todo esto, la llegada del Metro al vestíbulo soterrado de Recogido se produce a las 10:57 horas. Minutos más tarde la voz femenina que anuncia las paradas en el interior de los convoyes advierte: "Próxima parada, Hípica". Cumplida esa advertencia el 75% de todo la línea se culmina habiendo empleado 37 minutos. Es decir para recorrer las tres cuartas partes del trazado se empleó el 82% del tiempo total estimado (48 minutos). Es decir, un 7% de desfase.
Un resultado propio de una fase de pruebas en la que se encuentra inmerso el Metro. De ahí que en los próximos meses se vayan limando detalles hasta cumplir con el tiempo estimado.
El día de ayer será recordado por muchos granadinos que por suerte o adrede se dieron de bruces con el tranvía. Decenas de personas a un lado y otro del vehículo no dudaron en fotografiar la escena o simplemente saludar a los privilegiados pasajeros. A partir de Semana Santa será una estampa habitual. Granada encara la modernidad con la llegada del Metro. Próximamente, "¡Pasajeros al tren!".






