Adif se queda en la sociedad y, como el ayuntamiento y la DGA, pagará el 25% este año y el resto, en 2017. Renfe anuncia que abonará su deuda, 22,2 millones, y que se saldrá de forma inminente del accionariado

D. L. G.
07/09/2016

La venta de suelo de Zaragoza Alta Velocidad sigue estancada y ha provocado tener que acudir a una ampliación de capital para evitar la disolución. - EL PERIÓDICO

Una ampliación de capital de 13 millones de euros salvará finalmente de la disolución a la sociedad Zaragoza Alta Velocidad (ZAV), a la que estaba abocada después de que, tal y como adelantó EL PERIÓDICO, el pasado mes de julio se atascara la novación de la deuda con los bancos y el ayuntamiento de la capital pusiera de manifiesto su imposibilidad legal de realizar nuevas aportaciones por estar sujetas sus cuentas a un plan de ajuste por parte del Ministerio de Hacienda. De repente, ayer, en la Junta General de accionistas celebrada en sesión extraordinaria en Zaragoza, todo era posible y las tres Administraciones públicas que conforman su accionariado podían hacer frente a esa operación acordeón que aliviaba a sus acreedores.

Estos cobrarán porque el Ministerio de Fomento, a través de Adif (con el 37,5% de las acciones) y Renfe Operadora (12,5%); el Gobierno de Aragón (con el 25%) y el Ayuntamiento de Zaragoza (25%) acordaban hacer efectiva una ampliación de capital que se traducirá en nuevos desembolsos entre este año y el próximo. Todos deben corroborar este pacto económico en sus respectivos órganos de Gobierno, en un plazo de mes y medio, pero será difícil que se frustre.

EN DOS AÑOS

El acuerdo consiste en el pago de forma inmediata, tal y como obliga la Ley de Sociedades de Capital (LSC), del 25% de la cuantía global. Y el 75% restante, para el 2017. Es decir, para el Gobierno de Aragón y el ayuntamiento, los 3,25 millones de euros que le corresponden se quedarán en 812.500 euros en este ejercicio --para lo que necesitarán, en ambos casos, una modificación presupuestaria--, y otros 2,4 millones en el próximo año. Para Adif, de los 4,87 millones de euros que le tocaría desembolsar, pagará solo 1,19 este año y 3,68 el que viene.

A Renfe esta ampliación de capital le obligaba a abonar solo 1,7 millones, apenas 425.000 euros en este 2016, pero su decisión es otra. La anunciada ya a la Junta General de Accionistas de ZAV de abandonar de forma iniminente la sociedad pública. Su idea pasa por desembolsar, en cuanto sea posible, los 22.271.928 euros que mantiene de deuda con las entidades bancarias --sobre un total de 262 millones que se le adeudan--, y salirse del accionariado. La compañía ferroviaria dejará ZAV, porque puede y porque no quiere ser partícipe de la sangría económica que puede suponer en el futuro permanecer como socio con un 12,5%.

Una salida urgente que ya intentó en julio junto a Adif, que debería abonar para hacerlo casi 90 millones de euros, pero que un escrito de la Abogacía del Estado acabó paralizando en julio y, con ello, la novación de un préstamo con los bancos que ahora se retoma con más fuerza. Porque la permanencia del gestor ferroviario en el accionariado da más consistencia y garantías al poolfinanciero con el que se quiere alargar hasta el 2025 la devolución del crédito que debía amortizarse en su totalidad en el 2019. Y al que se le pueden sacar mejores condiciones con una empresa pública con el músculo de la gestora de las infraestructuras ferroviarias.

Con este acuerdo, se gana tiempo en ZAV evitando una disolución que, lejos de aliviar los problemas económicos, los habría empeorado. Habrían tenido que saldar su deuda en este proceso. Esto es, 90 millones a pagar por el consistorio, por ejemplo, el más damnificado de este dramático escenario.