El eje este-oeste del tranvía en Zaragoza, en cualquiera de las cuatro alternativas de trazado que se están barajando, supone una apuesta por reducir el tráfico privado por el centro de la ciudad. Especialmente en los dos que plantean un paso por la plaza Paraíso, que suponen aminorar el número de vehículos que a diario atraviesan el paseo Pamplona y el de María Agustín hasta en un 35%. De hecho, el tránsito por la propia plaza prevé una reducción en todas las arterias que confluyen en este histórico kilómetro cero. Que va desde el 4% que se estima en Sagasta o el 7% en Constitución, hasta el 22% en Gran Vía o el 23% en todo el entorno de los paseos María Agustín y Pamplona.

Una disminución drástica similar a la que supuso la línea 1 para todo el eje de Gran Vía, Fernando el Católico o el paseo Independencia, que volvería a sacar entre un 8% y un 11% más de tráfico privado de la circulación. A cambio, se derivaría buena parte de estos coches a otra vía con capacidad para absorberlo pero con riesgo de colapsarse como son las avenidas Anselmo Clavé y Goya.

MÁS CAMBIOS

O, en la parte este del trazado, hacia el Camino de las Torres, convertida entonces en el principal acceso al barrio de Las Fuentes. En este tramo se plantea una posible peatonalización de la entrada por Compromiso de Caspe, para desviar buena parte del tráfico que ahora soporta hacia otra arteria con más capacidad.

En este barrio además, se plantea la necesidad de construir uno de los dos aparcamientos disuasorios que tendría esa futura línea 2 del tranvía. En este caso, al final de Compromiso de Caspe, junto al tercer cinturón, sería la opción más factible. El otro párking se ubicaría en el entorno de la carretera de Madrid, sobre todo ahora que se incluye la prolongación de la línea hasta Oliver-Valdefierro hasta la intersección con Ibón de Plan.

Son algunos de los cambios más significativos que plantea el estudio de alternativas realizado por Idom para el ayuntamiento, donde también se contemplan algunos cambios significativos respecto a la circulación del tráfico privado. Por ejemplo en la renovación de intersecciones como la actual rotonda de Los Enlaces, que en cualquier caso pasaría a convertirse en un espacio más amable, más grande para el peatón y la bicicleta y menor para los coches. Su estado de degradación también invita a cambiar el diseño.

MENOS COCHES

Otra de las afecciones se centraría en la propia plaza Paraíso, donde el estudio ya advierte de que meter el tranvía obligaría a restringir algunos de los giros que ahora se realizan, perjudicando, principalmente, al taxi.

La contrapartida, que también analiza el estudio de Idom es que las restricciones al tráfico obligarán, como pasó con la línea 1, a dar más rodeos. Solo así se entiende que, con la línea 2 en funcionamiento, se estime que el número de desplazamientos en Zaragoza se reduciría en hasta siete millones al año. Esos serían menos vehículos circulando pero, en la práctica, el número de kilómetros realizados se reduciría solo un 1%.

En cifras, ambas reducciones explican que cada año se registrarían hasta 7,2 millones de desplazamientos en coche menos. Ahora se contabilizan 271,2 millones y, en función del trazado escogido para la línea 2, pasarían a ser entre 263,9 y 266,7, lo que significa que habrá menos gente cogiendo el coche para moverse. Pero los rodeos que obligará a dar en los trayectos habituales harán que deje el número de kilómetros anuales recorridos en vehículo privado en, como máximo, unos 885,8 millones, cuando ahora se hacen 896,7. Y, en el peor de los escenarios, descendería hasta los 891,5, 5,2 menos.