El motivo son las discrepancias económicas con las empresas que se adjudicaron las obras con fuertes bajas de precio

BEATRIZ SOTILLO - Sábado, 11 de Junio de 2016 - Actualizado a las 06:04h

BILBAO - Los responsables de la empresa pública Adif, encargada de las infraestructuras ferroviarias del Estado español, se plantean rescindir tres contratos para la construcción de la Y vasca por graves desacuerdos económicos con las empresas adjudicatarias. Se trata de contratos adjudicados a varias agrupaciones de empresas (UTE) lideradas por importantes constructoras (Comsa, Isolux y Acciona) y que afectan al denominado nudo de Bergara. Estos contratos fueron adjudicados con fuertes rebajas sobre los presupuestos de licitación, pero posteriormente las empresas han planteado modificaciones que, de no aprobarse, impedirían llevar a cabo la obra y podrían generar más retrasos en el proyecto.

Las obras de construcción de los tramos del nudo de Bergara, cuyos proyectos fueron adjudicados el pasado verano, se encuentran paradas mientras las empresas que ganaron la licitación y Adif, compañía dependiente del Ministerio de Fomento, negocian unas importantes revisiones de precios. Según medios económicos, las diferencias entre las constructoras y Adif podrían ser insalvables, de forma que el gestor ferroviario se plantea optar por la rescisión de los contratos en vigor para llevar a cabo un concurso bajo nuevas condiciones.

La problemática que afecta a unos tramos clave del trazado vasco del Tren de Alta Velocidad no es exclusiva de este proyecto, ya que, según fuentes empresariales, los desacuerdos presupuestarios entre la Administración española y las constructoras se dan en estos momentos en unos 27 contratos de los corredores ferroviarios de Galicia y Extremadura, además del de Euskadi, por un importe aproximado de 500 millones de euros.

Esta situación está ralentizando los proyectos y ha motivado el relevo del director general de Adif Alta Velocidad, Javier Gallego, que ha sido sustituido por Isabel Pardo. La nueva ejecutiva, que era responsable del Servicio de Movilidad de la Diputación de Pontevedra, se enfrentará a la misión de restablecer los trabajos paralizados y resolver los contratos en los que las adjudicatarias reclaman sobrecostes.

“MUY POCOS” En el Ministerio de Fomento reconocen que hay 27 contratos de varios corredores ferroviarios que están en discusión, pero quitan importancia al impasse que esto supone en las obras señalando que “en la legislatura se han firmado 21.386 contratos, de los que 16.411 ya están terminados y solo 27 han sido suspendidos”. La ministra Ana Pastor aseguró que los tramos de obras del AVE con problemas son “muy pocos” respecto a todo el volumen de trabajos actualmente en marcha y aseveró que “las obras siguen adelante”. En una entrevista Ana Pastor se refirió con detalle a los problemas en el túnel de Pajares y dijo que el resto de tramos con alguna dificultad son dos del AVE a Galicia “sobre los que se están resolviendo modificados de los contratos”, y los correspondientes a la construcción del denominado nudo de Bergara de la Y vasca.

Según fuentes de Fomento, que no mencionan la posible rescisión de contratos, las obras de construcción del nudo en el que confluirán los ramales del TAV procedentes o con destino a las tres capitales vascas están a la espera de que se resuelva una petición planteada por las constructoras adjudicatarias, Acciona e Isolux. Estas compañías han pedido encargar una tuneladora conjunta para poder acometer los trabajos de todos los tramos, dado que contemplan la excavación de cuatro túneles, lo que implicaría los correspondientes cambios en los contratos. La continuación de la obra está pendiente de que se llegue a un acuerdo sobre este tema entre las constructoras y Adif “en el que se está trabajando”, según detallaron fuentes de Fomento.

LEY DE CONTRATACIÓN El origen de las discrepancias económicas que pueden llevar a la rescisión de tres contratos de la Y vasca está en la legislación de contratación que, para lograr una mayor eficiencia de los recursos, modificó el peso de la oferta técnica y la económica, pasando del 50%/50% al 25%/75%. De esta forma, el coste determina en mayor medida que los criterios técnicos la oferta ganadora de una licitación.

La consecuencia es que en los últimos años se han adjudicado obras con fuertes rebajas sobre el precio inicial de licitación, incluso con descuentos del 50%, sin que fueran consideradas bajas temerarias. Las empresas adjudicatarias recurren después a reclamar modificadoseconómicos basados en variaciones sobre el proyecto original. Se llama modificado al cambio en un contrato realizado a lo largo de su desarrollo. Estos cambios deben estar justificados y mientras son aprobados pueden conllevar la paralización de la obra.

Adif, como el resto de empresas públicas, tiene limitados losmodificados a un 10% del presupuesto de adjudicación y se entiende que por encima de ese porcentaje hay una alteración de las condiciones de licitación y adjudicación. Fuentes del sector constructor señalan que en algunos casos se sospecha que las empresas presentan ofertas excesivamente bajas para asegurarse la obra con la intención de elevar posteriormente el presupuesto. En circunstancias normales, Adif analiza las solicitudes de modificados y determina si están justificadas o no y en muchos casos las diferencias entre la empresa pública y las constructoras se resuelven mediante la negociación.

Ante la posibilidad de que ahora esas negociaciones no lleguen a buen puerto, Adif sostiene que la paralización de las obras por desacuerdos económicos puede dar lugar a la resolución del contrato sin tener que pagar ninguna indemnización o compensación.

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