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(19/11/2014) Con esta tarjeta inteligente se evita sacar un billete al cambiar de medio de transporte o de zona urbana y el precio del viaje se calcula al final del trayecto de modo que los usuarios sólo pagan por los servicios que han usado, y el pago se hace sin resguardo o dinero en efectivo.
Durante el proceso de registro en el sistema, el usuario puede elegir entre asociar su billete electrónico a una cuenta bancaria, a una tarjeta de crédito o incluso a una de prepago, para usar los medios de transporte de manera anónima.
Modadidades
La tarjeta electrónica de Siemens ofrece una modalidad que funciona con una tecnología llamada “Bibo” (Be-in Be-out). En ella el chip que incorpora la tarjeta intercambia información con el sistema de detección que incluyen los vehículos, y registra las entradas y salidas de los diferentes medios de transporte con las que se genera una ruta, para más tarde cobrar la tarifa más ventajosa a los pasajeros.
En la segunda modalidad denominada Cico (Check-in Check-out) es necesario que el pasajero acerque la tarjeta a los sensores al principio o final de cada trayecto y permite el pago de múltiples formas, por ejemplo mensualmente en base a una tarifa prefijada.
El sistema garantiza la máxima seguridad de los datos de los viajeros y permite acceder a los precios más asequibles, a programas de descuento y a su historial de trayectos y pagos.
Para los operadores la tecnología permite mejorar sus servicios e incrementar la protección contra falsificaciones, además de adaptar los precios a las necesidades reales y reducir los costes de operación al digitalizar los procesos de venta de billetes.
Lisboa
Lisboa que ya está utilizando este sistema inteligente para su transporte y sus servicios urbanos, ya integra en el todos sus transportes –metro, tren, autobús, tranvía y ferry-, y servicios de movilidad como el alquiler de coches, el coche compartido o la reserva de aparcamiento.
Otlis, compañía encargada de la interoperabilidad del sistema lisboeta, denominado “Viva”, ha conseguido la integración de veintidós operadores de todos los medios de transporte, con 3,5 millones de usuarios, ochocientos millones de transacciones anuales y 1,6 millones de tarjetas personalizadas.
Anualmente se venden unos cinco millones de tarjetas con tecnología CiCo, con 330 millones de validaciones, unas 233.330 diarias.
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