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3 septiembre 2014

Economía

Iberia se alía con el AVE para ofrecer billetes combinados

-La aerolínea busca alternativas para el puente aéreo y no descarta más ajustes de plantilla

l. m. ontoso / montevideo

El transporte ferroviario, que en el interior del país ya ha superado a los desplazamientos en avión durante varios meses de 2014, se ha convertido en un serio -si no, el principal- competidor de las aerolíneas tradicionales en las rutas de corto y medio radio (vuelos nacionales, principalmente). Para resolver esta cuestión, en diversos países, como Alemania, se ha puesto en marcha la venta conjunta de billetes de aerolíneas y operadores ferroviarios, una relación, como se suele denominar en la jerga empresarial «win-win»: gana la compañía aérea, que evita ofrecer servicios poco rentables, pero indispensables, para alimentar sus vuelos de largo radio. Y gana también, lógicamente, la compañía ferroviaria, que suele disponer de menores costes salariales y operativos.

En España, según avanzó el presidente de Iberia, Luis Gallego, se está estudiando desarrollar un modelo similar. La aerolínea española lanzó a principios del pasado mes de agosto un «proyecto piloto», coordinado con AENA y Renfe, de venta de «billetes combinados» en las conexiones del tren de alta velocidad entre la capital española y Zaragoza, Valladolid, Sevilla, Málaga y Córdoba. De momento, explicó el presidente durante una reunión con periodistas españoles con motivo de la reapertura de la ruta entre Madrid y Montevideo, se trata de «pequeñas pruebas» que permitirán ver si el sistema «se puede ampliar» a otros destinos.

«Lo que decimos es que una vez que en España tenemos una de las mejores redes de alta velocidad que hay en Europa y que somos incapaces de competir con el AVE y sus tarifas, podemos seguir soportando las pérdidas o podemos convertir el AVE en nuestro aliado», explicó Gallego, quien descartó que la emisión de billetes combinados suponga la «solución definitiva», dado que este sistema aún no permite facturar el equipaje para todo el viaje y carece de las facilidades para el pasajero disfrute de una «conexión totalmente suave».

Alternativas para Madrid-Barcelona

Una de las conexiones de corto radio que más preocupan a la aerolínea es el puente aéreo entre Madrid y Barcelona. Gallego admitió que busca alternativas para operar esta ruta deficitaria, entre ellas posible traslado a filiales de Iberia, como Iberia Express o Air Nostrum, o que Vueling, que ya está presente en esta ruta y pertenece al mismo «holding» matriz (IAG), ofrezca el servicio en solitario. «A día de hoy puede pasar de todo. Tenemos claro que esa ruta es muy deficitaria y que tenemos que hacer algo con las distintas herramientas que tenemos dentro del grupo», subrayó Gallego, quien puntualizó que Iberia no se ha marcado aún una fecha para decidir qué medida tomar.

Tras el proceso de reestructuración que acometió el año pasado y los acuerdos laborales firmados con todos los colectivos de trabajadores durante 2014, Iberia parece haber revertido la senda de pérdidas que arrastraba desde 2008, después de que en el primer semestre de este año haya logrado unas ganancias de 16 millones de euros. De hecho, IAG se había fijado como objetivo que Iberia concluyera este año con beneficios. Gallego considera que este ejercicio está resultando complicado para el sector, no tanto por la falta de demanda, sino por las caídas de ingresos. Pero Iberia mantiene su compromiso de cerrar el año en positivo. "El objetivo es que Iberia gane este año algo dinero", zanjó el presidente, quien no quiso aventurar una cifra estimativa.

Dentro de ese profundo plan de ajuste, Iberia llevó a cabo el año pasado un ERE voluntario para más de 3.100 trabajadores, que se suma al plan de bajas voluntarias anunciado en julio para 1.427 pilotos y trabajadores de tierra. Gallego no descarta que se puedan producir nuevas salidas en una plantilla integrada por 16.000 trabajadores. Cuando uno ve el ratio de empleados que tiene Iberia por avión y lo compara con otros operadores eficientes se da cuenta de que la compañía tiene más gente de la que debería. El tamaño adecuado de la plantilla dependerá de cuántas personas se apunten al nuevo ERE y del crecimiento que pueda tener la compañía».