El objetivo de la ministra de Fomento, Ana Pastor, de «poner al día» la oferta de la alta velocidad para hacerla competitiva frente a otros medios de transporte se ha hecho una realidad en el caso de la conexión de AVE entre Valencia y Madrid.

En apenas tres años, y tras la puesta en marcha del AVE, los viajeros en tren que realizan este desplazamiento prácticamente se han triplicado, pasando de los 750.000 pasajeros que registró la línea Alaris en el año 2010 a los 2,04 millones de usuarios que utilizaron el AVE Madrid-Valencia el año pasado. O los 1,8 millones en el caso del trayecto punto a punto entre ambas ciudades, es decir, aquellas personas que hacen el recorrido completo entre las dos capitales.

El gran damnificado ante estas cifras es el avión, que ha pasado de tener una cuota del mercado del 55% frente al tren a tener éste el 90%. O que ha perdido casi el 80% de sus pasajeros desde 2010, año en el que 1.024.491 personas hicieron el trayecto Manises-Barajas frente a las 254.876 que lo realizaron en 2013, según las cifras del balance anual facilitadas por Aena.

Ya el primer mes de la puesta en funcionamiento de la alta velocidad entre Madrid y Valencia apuntó la tendencia que se ha confirmado con el tiempo: la cifra de pasajeros pasó de los 86.943 del mes de noviembre a los 59.745 de diciembre.

En 2011 el enlace aéreo se desplomaba hasta los 442.073 pasajeros y, un año siguiente, caía a los 264.473. El propio director del aeropuerto de Manises, Mariano Menor, comentó en julio que se observaba una moderación en la pérdida de pasajeros y que, incluso, una compañía (Air Europa) había incorporado una conexión aérea con Madrid.

A pesar de ello, Madrid se mantiene como tercer destino con más tráfico generado desde el aeródromo valenciano, por detrás de París y Palma de Mallorca. Eso sí, queda lejos de la primacía que siempre había mantenido. Para el consultor en Turismo Alberto Galloso, hay varios aspectos que han motivado el descenso de pasajeros tras la puesta en marcha del AVE y sus billetes más competitivos. «Han descendido las conexiones aéreas con Madrid, los horarios no son los idóneos y los aviones son más pequeños, lo que puede provocar problemas en los viajes grupales de incentivos, por lo que las grandes empresas descartan Valencia como ciudad para sus eventos o congresos», apuntó.

A su juicio, la conexión aérea Valencia-Madrid se mantiene «básicamente para las conexiones internacionales, especialmente con países de Latinoamérica». Otro aspecto que ha perjudicado tanto a Barajas como a Manises tras la fusión de las compañías Iberia y British Airways, ya que muchos enlaces se realizan vía Londres.

Otro destino que lleva un rumbo similar al de Madrid es Sevilla, donde los usuarios del avión han pasado de los 201.149 del año 2012 a los 151.105 registrados el pasado año. Es decir, ha perdido uno de cada cuatro pasajeros. Aunque Renfe no ha facilitado los datos de viajeros de 2013 de la línea de AVE Valencia-Sevilla, sí que ha avanzado que serán «muy positivos». Mientras, ayer se dieron a conocer los del AVE Alicante-Madrid, que superó el millón de viajeros desde entró en funcionamiento en junio del pasado año, lo que ha supuesto un aumento del 50 % de movilidad en tren entre la capital española y la Costa Blanca.