Los sindicatos mayoritarios (CC.OO., UGT y el de maquinistas, Semaf) han alcanzado un principio de acuerdo con Renfe sobre la nueva estructura de la empresa pública, que para afrontar el proceso de liberalización del sector ferroviario se dividirá en cuatro sociedades. El Ministerio de Fomento ha destacado en un comunicado que ambas partes han consensuado un «nuevo marco de relaciones», que se hará efectivo a partir del 1 de enero de 2014. Las organizaciones minoritarias CGT y el Sindicato Ferroviario, convocantes de las últimas jornadas de huelgas, no se han sumado, por lo que se espera que se mantengan, al menos a corto plazo. El próximo 20 de diciembre está previsto un paro de 24 horas.

Una vez firmado el documento, las organizaciones sindicales lo trasladarán a los «órganos correspondientes», aunque no se espera que se vaya a encontrar con algún revés que impida su ratificación. Semaf, CC.OO., y UGT especifican en un comunicado conjunto los detalles del texto, denominado «Acuerdo de Garantías por la implantación del nuevo modelo societario de Renfe-Operadora», como es el «mantenimiento de derechos de los trabajadores», la garantía de que la cabecera del holding conservará «las competencias en la definición de las estrategias y políticas del grupo» y la articulación de un solo convenio colectivo para todas las empresas del grupo, entre otros. Asimismo, Renfe ofrecerá garantías para la estabililidad de los puestos de trabajo y el mantenimiento de la titularidad pública de Renfe.

En caso de ser necesario, sin embargo, se negociarán ERE de «carácter voluntario y universal que incorporarán las condiciones y tasas de reposición que se acuerden», detallaron los representantes de los trabajadores.

Tanto Fomento como los sindicatos han aplaudido el contenido del principio de acuerdo. El Ministerio ha señalado que el texto «aporta estabilidad al proceso de creación de sociedades en Renfe, que permitirá a la compañía competir en un mercado liberalizado en condiciones óptimas». Semaf, CC.OO. y UGT, por su parte, subrayan que el preacuerdo «contiene puntos» esenciales. «Se han incluido buena parte de las pretensiones que veníamos reivindicando. Además, permite abordar este proceso de manera ordenada y elimina las graves incertidumbres que han surgido entre los trabajadores/as», explican.

CGT denuncia agresión

Uno de los puntos más polémicos de la reunión del pasado lunes fue la que se produjo tras una supuesta «agresión» por parte del gerente de relaciones laborales de Renfe, Raúl Blanco, al representante del sindicato, Juan José Domínguez. «La agresión respondió a la insistencia del representante de CGT en que se recogieran en el acta sus alegaciones, negándose a firmar un acta que no recogiera lo tratado en la reunión y el posicionamiento de todas las partes», sostiene la organización en un comunicado. Tras dirigirse al hospital, donde el representante de la CGT alegó daños en «cuerpo, rodillas, cadera y cara», según fuentes del sindicato, interpuso una denuncia.

Fuentes sindicales, que estuvieron presentes en el encuentro, rechazan que se produjera tal agresión por parte del representante de Renfe e indican que el miembro de CGT interrumpió en dos ocasiones la aprobación de las actas, escribiendo en el apartado reservado para las firmas «mamoneo y corrupción» en un primer momento y rompiendo el documento de las actas después, lo que dio lugar a un «forcejeo» entre ambas personas.

Renfe también niega la supuesta agresión y añade que el miembro de la CGT se golpeó con la mesa de la sala de negociaciones tras tropezarse, como resultado de la disputa con el gerente de relaciones laborales. El operador ferroviario hace hincapié en que Raúl Blanco lleva más de 20 años negociando con representantes sindicales, durante los cuales nunca ha registrado incidencia alguna.