miércoles, 23 de febrero de 2022

EL FERROCARRIL VASCO-NAVARRO (III)

 

 

Alejandro Mendizábal Peña fotografiado durante una visita de inspección al ferrocarril de Castro a Traslaviña. Archivo de Javier Suso San Miguel
 

 

ALEJANDRO MENDIZABAL PEÑA

El ingeniero Alejandro Mendizábal Peña fue uno de los principales protagonistas de la larga génesis del ferrocarril Vasco-Navarro, primero como director de la Junta de Obras de la sección de Vitoria a Estella y del ramal de San Prudencio a Oñati, y, posteriormente, también como director de la Explotación de Ferrocarriles por el Estado de la que dependía este tren de vía métrica.

Hijo también de un ingeniero de caminos, Alejandro Mendizábal nació en Piedrahita (Ávila), el 24 de marzo de 1887. Pronto decidió seguir la senda profesional de su padre y, tras superar sus estudios primarios y secundarios, ingresó en la Escuela de Caminos Canales y Puertos, en la que se licenció en 1911. En octubre de ese mismo año inició su andadura al servicio de la administración, con breves destinos en Orense, Madrid y Segovia, hasta su nombramiento como Ingeniero Jefe de las Carreteras Provinciales de Zaragoza, que tuvo lugar el 5 de marzo de 1912.

De la capital aragonesa, Alejandro Mendizábal pasó, el 8 de enero de 1914, a la Jefatura de Obras Públicas de Lleida, donde además de dirigir la construcción de nuevas carreteras, tuvo que inspeccionar las grandes obras de infraestructuras hidráulicas que realizaba en aquella época la empresa Riegos y Fuerza del Ebro, más conocida como La Canadiense, que utilizaba medios técnicos hasta entonces desconocidos en nuestro país.

En 1918 Alejandro Mendizábal retornó a Zaragoza, permaneciendo en la capital aragonesa hasta el 9 de marzo de 1920 cuando fue nombrado director de la Junta de Obras del ferrocarril de Vitoria a Estella y del ramal de San Prudencio a Oñati, por lo que estableció su residencia en la capital alavesa. En esta ciudad conocería a su esposa, María Margarita Aracama, con quien contrajo matrimonio el 16 de abril de 1925 en el vecino santuario de Estibaliz.

Alejandro Mendizábal desplegó una notable actividad al frente de la Jefatura de Obras, desde la que, además de dirigir los trabajos de construcción, se hizo cargo de todos los detalles, incluido el diseño de los magníficos edificios de sus estaciones en las que, a diferencia de la práctica habitual de proyectar un modelo estandarizado, decidió que cada una de ellas tuviera una imagen propia y diferenciada, inspirada en la mayoría de los casos en el estilo “old-english” propio de la arquitectura residencial, con excepción de la imponente terminal de Estella, realizada en un monumental y depurado estilo neorománico. Además, también fue el impulsor de la electrificación de la línea.

Apeadero de Gauna, uno de los bellos edificios diseñados para el ferrocarril Vasco-Navarro por Alejandro Mendizábal Peña. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril

 

Finalizada la construcción del ferrocarril de Vitoria a Estella y disuelta su Junta de Obras, en 1931 Alejandro Mendizábal recaló en Madrid, donde se integró en la sección de Explotación de Ferrocarriles del Ministerio de Obras Públicas. Posteriormente, pasó a la Comisaría del Estado en la Compañía de los Ferrocarriles de MZA y, posteriormente, en la del Norte. Finalmente, en enero de 1936, retornó a la Explotación de Ferrocarriles por el Estado, como ingeniero jefe director.

La Guerra Civil sorprendió a Alejandro Mendizábal durante un viaje de trabajo a Vitoria, ciudad que desde el primer momento quedó en poder de los rebeldes. El 3 de noviembre de 1936 las nuevas autoridades le nombraron Jefe de los servicios de inspección e intervención de todos los ferrocarriles de la zona sublevada y, poco después, director de las compañías de los ferrocarriles Andaluces y del Oeste, con sede en Valladolid.

Finalizada la Guerra Civil, Alejandro Mendizábal retornó a la dirección de la Explotación de Ferrocarriles por el Estado, donde sus ambiciosos proyectos de modernización y mejora de las líneas de vía estrecha dependientes de esta entidad siempre tropezaron con la constante falta de recursos para su financiación.

Alejandro Mendizábal se mantuvo al frente de la Explotación de Ferrocarriles por el Estado hasta el 22 de junio de 1956, fecha en la que fue nombrado Presidente de la Sección del Cuerpo de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos. Ese mismo año, el 14 de diciembre de 1956, recibió un nuevo nombramiento, en este caso Vicepresidente del Consejo de Obras Públicas, puesto en el que permanecería pocos meses, ya que el 22 de marzo de 1957 alcanzó la merecida jubilación.

La intensa labor de Alejandro Mendizábal fue reconocida con diversas distinciones a lo largo de su carrera profesional, entre las que destaca la concesión de la medalla al mérito en el trabajo, otorgada el 14 de noviembre de 1945. Falleció en su natal Piedrahita el 23 de junio de 1974. En la actualidad, una calle de Vitoria reconoce su gran labor en pro de la modernización de las comunicaciones de la capital alavesa.

 

 

 
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