50 ANIVERSARIO DE LA CLAUSURA DE LOS FERROCARRILES DE PEÑARROYA Y PUERTOLLANO (II)

 

Locomotora “Fuente del Arco”. Fotografía de Trevor Rowe. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
El salto final: de Conquista a Puertollano
 
Tras amplios debates entre prolongar sus vías desde Conquista hacia el sur, para buscar los ricos yacimientos de plomo de la cuenca de Linares o, por el contrario, dirigirse hacia el norte para enlazar con Puertollano donde, además de este mineral, también se podían explotar importantes criaderos de carbón, la SMMP se decidió por esta última opción. El 2 de abril de 1919 la empresa francesa obtuvo la necesaria concesión que, en sus primeros 22 kilómetros, aprovecharía la traza del tren minero del Horcajo, de efímera existencia, ya que en 1912 se había suspendido su servicio ante el agotamiento del mineral en la zona.
Red ferroviaria de los ferrocarriles de Peñarroya y Puertollano. Dibujo de Pedro Pintado Quintana
 
Construir un ferrocarril desde Conquista a Puertollano no era una empresa fácil, al tener que atravesar en su camino el corazón de Sierra Morena, por un trazado muy similar al que ahora emplea la línea del AVE de Madrid a Sevilla, de ahí que durante muchos años la SMMP no se atreviera a afrontar el reto de enlazar definitivamente sus dos redes ferroviarias. De hecho, la línea debería atravesar en su recorrido los puertos de Cabezarrubia, a 837 metros de altitud y, posteriormente, el de Niefla, a 907 metros. Sin embargo, la rápida evolución de la tracción eléctrica permitió que los ingenieros pudieran diseñar un trazado con rampas más duras que las habitualmente utilizadas en las líneas explotadas con locomotoras de vapor, que no acostumbraban a superar las 20 milésimas. De este modo, se proyectó una línea con rampas que llegaban a duplicar en algunos tramos el parámetro anterior y que, por tanto, solamente podría ser explotada con soltura con locomotoras eléctricas. Además, la electrificación de esta sección, de 55 kilómetros de longitud, se veía favorecida por el hecho de que la SMMP se había convertido en un importante productor de energía eléctrica al establecer centrales térmicas en Peñarroya y Puertollano, en las que quemaba los carbones de menor calidad de sus propias minas.
La locomotora Nº 22 de la SMMP fue construida por la firma belga La Meuse en 1927. Fotografía de Frank Jones. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Pese a forzar las rampas y pendientes máximas de la línea, la construcción de la sección de Conquista a Puertollano no pudo evitar la realización de algunas obras de envergadura, como es el caso del túnel del Horcajo, de 1.055 metros de longitud, y el de Niefla, de 474 metros, así como el impresionante viaducto del Horcajo, constituido por 8 arcos de fábrica de 18 metros de luz y una altura máxima de 31 metros. El trayecto, construido sin subvención del Estado ya que la compañía de los ferrocarriles de Peñarroya a Puertollano y Fuente del Arco, a la que la SMMP cedió sus concesiones ferroviarias en 1924, no se había acogido al Estatuto Ferroviario impulsado por el régimen de Primo de Rivera, entró en servicio el 3 de diciembre de 1927.

Cronología de los ferrocarriles de Peñarroya a Puertollano y Fuente del Arco
Sección
Inauguración
Longitud
Peñarroya a Fuente del Arco
26 de junio de 1895
68 Km.
Puertollano a Almodóvar
25 de enero de 1898
8 Km.
Almodóvar a San Quintín
3 de diciembre de 1899
18 Km.
Peñarroya a Pozoblanco
5 de agosto de 1906
53 Km.
Pozoblanco a Conquista
1 de julio de 1907
40 Km.
Conquista a Puertollano
3 de diciembre de 1927
55 Km.

La locomotora Nº 23 perteneció originalmente al ejército alemán. Tras el final de la Primera Guerra Mundial fue adquirida de ocasión por la SMMP. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
La segunda línea de vía métrica de España
 
La construcción de la sección de Conquista a Puertollano permitió enlazar todos los ferrocarriles de vía métrica de la SMMP, conformando una red de 250 kilómetros de vías, la segunda en extensión de España, solo superada por el ferrocarril de La Robla. Sin embargo, nunca se establecieron trenes directos desde Fuente del Arco a San Quintín, por lo que, si alguien quería completar el recorrido entre ambas localidades, debía realizar trasbordo en Peñarroya y en Puertollano.
En 1927 se concluyó la construcción del ferrocarril de Peñarroya a Puertollano, con la inauguración de la sección electrificada de Conquista a Puertollano. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
La explotación de esta amplia red ferroviaria nunca fue demasiado rentable, por lo que el 31 de enero de 1956 la SMMP renunció a su operación, que fue asumida por la Explotación de Ferrocarriles por el Estado, convertida en 1965 en la sociedad pública Feve. Los nuevos gestores públicos realizaron algunos intentos para modernizar el servicio, con la introducción de nuevos automotores diésel, construidos en Francia por la firma Billard y ensamblados en los propios talleres de la SMMP en Peñarroya. Asimismo, se mejoró el parque de locomotoras, primero con unas grandes máquinas de vapor adquiridas de ocasión en Túnez y, más tarde, con la incorporación de nuevas locomotoras diésel Batignolles y Creusot. De este modo, durante años convivieron en este ferrocarril las locomotoras de vapor y diésel, a las que en Conquista daban relevo las máquinas eléctricas que continuaban el viaje hasta Puertollano.
La SMMP también explotaba diversos ramales mineros de ancho normal en Peñarroya y Puertollano. Fotografía de Trevor Rowe. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Lamentablemente, los esfuerzos de la Explotación de Ferrocarriles por el Estado y de Feve no fueron suficientes para mejorar los resultados de unas líneas que habían nacido al calor de las explotaciones mineras de la zona y que, en consecuencia, fueron víctimas directas de su declive. En consecuencia, ante su escasa rentabilidad económica, la sociedad estatal decidió clausurar esta interesante red ferroviaria, suprimida a partir del 1 de agosto de 1970. Años más tarde, su abandonada explanación sería utilizada como acceso a las obras del AVE a Andalucía.
La llegada de los automotores Billard en 1958, ensamblados en los talleres de Peñarroya, supuso una mejora en el servicio de viajeros.Fotografía de Trevor Rowe. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
En la actualidad, solo las abandonadas explanaciones y los antiguos edificios de sus estaciones nos recuerdan que, en el pasado, Sierra Morena contó con la segunda red de vía métrica más amplia de España. Afortunadamente, dos ferroviarios, uno veterano de esta línea, Manuel García-Cano Sánchez, y el otro descendiente de empleados de esta línea que desarrolla su carrera profesional en los Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, Gabriel Molero Caballero, han publicado recientemente el libro El ferrocarril Fuente del Arco-Peñarroya-Puertollano-San Quintín, 1895-1970, un impresionante volumen de más de 1.000 páginas, que recoge con detalle la historia de este ferrocarril y, sobre todo, las vivencias de quienes de dieron vida durante 75 años: sus trabajadores.
La Explotación de Ferrocarriles por el Estado introdujo algunas locomotoras diésel para la tracción de los trenes de mercancías, como es el caso de esta CAF/Batignolles fotografiada por Peter Gray. Archivo Euskotren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
 
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