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3 octubre 2017

Del tranvía de sangre al Metro Ligero (1871-2017)

  • El eléctrico llegó a Madrid en 1898, y su desaparición definitiva, en 1972

  • Arturo Martín habla con un conductor y con varios ingenieros expertos

02.10.2017 | actualización 11h40

PATRICIA COSTA/MEMORIA DE DELFÍN

Ha sido testigo de la historia, de la transformación urbanística, de los cambios en la sociedad, y actualmente sobrevive, reinventado, en 350 ciudades de todo el mundo. Memoria de delfín se sube al tranvía de los recuerdos para profundizar en un medio de transporte que, en el caso de Madrid, comenzó su declive el 29 de mayo de 1972, a los 101 años y 1 día de su nacimiento.

Trazamos la primera línea, que comunicaba los barrios de Salamanca y Pozas, y que atravesaba la Puerta del Sol, tirada por mulas. También los dos itinerarios por los que en 1898 comenzó a circular el tranvía eléctrico, previo paso fugaz del vapor.

Revisamos las obras de electrificación, su desembarco en San Sebastián, Barcelona Bilbao –ciudades pioneras-, la sustitución de las vías, la modificación de los paisajes, su edad de oro, las categorías profesionales existentes, la vida en las cocheras, etc.

Hablamos de su mantenimiento y de sus diferentes etapas Hablamos de su mantenimiento y de sus diferentes etapas

Y todo ello lo hacemos asesorados por tres expertos involucrados en la exposición Destino Madrid. Del tranvía al metro ligero, 150 años de historia, desarrollada en 2010 –y convertida en libro-, en el marco de la 10ª Conferencia Mundial de Metros Ligeros y Tranvías Modernos, celebrada en la capital.

Uno de ellos, Manuel González, ingeniero técnico industrial, ya jubilado, con 34 años de experiencia en el mantenimiento e ingeniería del material móvil en el Metro de Madrid. “Originalmente, la tracción fue de caballos (…) Hacer el recorrido con tracción de sangre conllevaba tiempos elevados, y se adoptó la tracción de vapor en los casos en los que las líneas salían del centro de la ciudad e iban a poblaciones próximas”, apunta.

Al otro lado del teléfono, nos escucha un conductor, Pedro Alonso, jubilado desde hace dos décadas. “Entré en 1959 ó 1960 (…) El tranvía tenía una manivela eléctrica, era abierto por los cuatro lados y contaba con un freno eléctrico y otro de mano”, explica, al mismo tiempo que reconoce echar de menos “el ir por las mañanas a las cocheras y hablar con los compañeros”.

Arturo Martín, con sus últimos invitados Arturo Martín, con sus últimos invitados

Arturo Martín se sienta también junto a Miguel Ángel Delgado, licenciado en Geografía, especializado en Transportes y Urbanismo y, actualmente, jefe de Área de Señalización e Información en el Consorcio Regional de Transportes de Madrid. Con él avanzamos en el tiempo y nos situamos en 1994, en el renacimiento de este medio, en ciudades como Valencia. “El tranvía o metro ligero, a nivel constructivo, es mucho más barato que el metro”, aclara, en la búsqueda de teorías que llevaron a su reaparición.

Y el porvenir lo dibujamos con José Antonio Tartajo, ingeniero de telecomunicaciones, vinculado a RTVE, y otro apasionado del transporte urbano y del tranvía. “El futuro depende de las mentalidad de quienes impulsen su instalación. Lo que no puede ser es que sea una propaganda electoral de un político”, sostiene.

La primera hora de programa concluye con un viaje muy especial al que nos invita Sonia Castelani: una cruzada radiofónica a bordo de otros tranvías del mundo.

El tranvía ha transformado totalmente ciudades como Madrid El tranvía ha transformado totalmente ciudades como Madrid


     
Pero en 1972, aparte de anunciarse la desaparición del tranvía, también ocurrieron cosas inimaginables, como cuenta Miguel Ángel Hoyos. Por ejemplo, un avión se partía en dos en el espacio aéreo checoslovaco, con una superviviente, la azafata yugoslava Vesna Vulovic; y en los Andes se estrellaba otra nave con el equipo de rugby Old Christians a bordo.
     
Si dejamos a un lado los sucesos y nos introducimos en la gran pantalla, comprobamos con Patricia Costa que el destape despuntaba por aquella época. Carmen Sevilla protagonizaba La cera virgen, de José María Forqué. José Aguilar, su biógrafo oficial, nos cuenta en qué momento le llegó este papel; y pasa las páginas de su libro Las estrellas del destape y la transición (T&B Editores).

Sin apagar las luces, Alberto Maeso continúa hablando de censura, del aperturismo que se vislumbraba; de la irrupción de espacios televisivos como Estudio abierto, con José María Íñigo al frente; y de películas que marcaron un antes y un después, como La Cabina de Antonio Mercero.

Y qué sería de un año sin lanzamientos musicales. Juan Otero nos acerca el tercer disco de Jim Croce; los debuts de JJ Cale y el pianista Chi Coltrane; y el alter ego de David Bowie, Ziggy Stardust.

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