El pasado 4 de julio se celebró el cuarenta aniversario de la inauguración de la línea Madrid-Burgos, también conocida como el “Directo”, que conseguía llevar a cabo el viejo deseo de construir un ferrocarril que acercara Madrid a la frontera francesa. De esta manera, también se acortaba el recorrido de las comunicaciones del sur peninsular con Europa.
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Calvo-Sotelo entrega el billete inaugural a Franco |
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(31/07/2008) Para el régimen franquista esta línea suponía poner en comunicación directa dos núcleos urbanos muy simbólicos para el franquismo. Madrid, capital del Estado, y Burgos, primera capital del Estado franquista, donde Franco tomó los apelativos de “Generalísimo” y “Caudillo”.
La prensa burgalesa fue aumentando las columnas e informaciones, según se acercaba la fecha de la inauguración. Sin embargo, se produce un cambio fundamental en el objeto de la información. Del objeto inaugural, el ferrocarril, pasaron a centrarse en el agente inaugurador. Los últimos días de junio, la prensa burgalesa estaba centrada en la importancia ferroviaria que adquiriría la capital castellana con la inauguración del “Directo”. En cambio, desde el día primero de julio, la atracción informativa se desplaza a la visita del jefe del Estado. Así, "El Diario de Burgos" titulaba a toda página: “Franco vendrá a Burgos el jueves”.
El cambio de foco informativo procede de la alocución del gobernador civil. Tanto las instituciones, como personalidades públicas de Burgos, de Aranda del Duero y de la provincia, pretendieron convertir el acto inaugural, en una exaltación de la figura del jefe del Estado. La prensa actuó como correa transmisora hacia la sociedad burgalesa para crear ese ambiente.
Tampoco se ahorraron esfuerzos económicos. Incluso se crearon servicios extraordinarios por ferrocarril y por carretera con la intención de trasladar a la mayor cantidad de personas, desde los diversos puntos de la provincia, para conseguir una asistencia masiva y entusiasta que proyectara el agradecimiento de la provincia a Franco, quien era considerado artífice de la inauguración de dicha línea. Incluso se informaba, que el “Directo” era una demostración más del cariño y predilección de Franco por Burgos.
Con esta propaganda se afrontó el día inaugural. Aquí no sólo fue la prensa provincial quien dio cuenta de todos los actos y ceremonias. El resto de la prensa española ofreció una información muy amplia. Los grandes periódicos trasladaron periodistas, incluso en el tren inaugural. Este tren era una composición Talgo, remolcada por la locomotora cuyo nombre emblemático era Virgen Peregrina, en cuyo frontal fue colocado el escudo de España. Ya en la misma estación de Chamartín hubo varios actos protocolarios, como la entrega del billete del tren a Franco por parte del presidente del Consejo de Administración de Renfe, el recientemente desaparecido Leopoldo Calvo-Sotelo, o la bendición del tren inaugural por parte del arzobispo de Madrid-Alcalá. Todo ello en un ambiente festivo, con presencia de una Compañía del Batallón de Infantería del Ministerio del Ejército, con bandera y banda de música. Además estuvieron presentes autoridades civiles y militares quienes también tomaron el tren, que partió desde la estación de Chamartín a las 16,18 horas.
Otro acto permite comprender mejor la simbología de esta inauguración. Los billetes de este tren fueron los primeros expedidos por el sistema electrónico. Renfe entraba, con este tren, en una nueva etapa, caracterizada por el mayor control de ofrecer plazas a los viajeros, mediante un mejor conocimiento de la demanda de sus productos. Además esta nueva forma de adquirir los billetes permitía sacarlos con anterioridad, lo que suprimía los agobios de los últimos momentos y la posibilidad de quedarse sin viaje por estar ocupadas todas las plazas.
El tren inaugural realizó varias paradas (Colmenar Viejo, Turrubuelo-Sepúlveda, Aranda de Duero). En todas estas paradas, los periodistas no regatearon en sus crónicas palabras y frases que permitían transmitir el reconocimiento de estos pueblos hacia la persona de Franco. Para ello, describían cómo una multitud ocupaba los andenes de las estaciones, cómo las autoridades locales y provinciales cumplimentaron al jefe del Estado. También aparece en la mayoría de los periódicos la entrega de productos típicos de la zona. Pero con mayor énfasis se procede a contar que en todos los pueblos, con parada o sin ella, se produjeron aplausos y vítores, mostrando así la adhesión a Franco por parte de los pueblos que el ferrocarril cruza; así como el entusiasmo por el acto y su presencia. Todas estas demostraciones, en un ambiente festivo con las estaciones engalanadas, música, fuegos artificiales, etc.
Una vez en Burgos, Franco fue cumplimentado por las autoridades locales recibiendo honores militares. También descubrió una lápida conmemorativa de la inauguración del ferrocarril. En una tribuna, levantada al efecto, se pronunciaron diversos discursos. El discurso de Franco fue transcrito en su totalidad por todos los periódicos y por las agencias de prensa que cubrieron la noticia. La transcripción fue tan literal que se recogieron las interrupciones por los aplausos y los vítores de las personas allí congregadas. Televisión Española hizo también un importante despliegue para cubrir la información, tanto en el interior del tren inaugural, ofreciendo imágenes de Franco y del ministro Silva Muñoz, como desde el exterior, mediante tomas desde un helicóptero. Como no podía ser menos, TVE ofreció las escenas de júbilo que suscitaba el paso del convoy por las estaciones del recorrido. Todo este despliegue fue valorado por la "Hoja del Lunes" de Madrid, como una “pura maravilla”. Las emisoras de radio también atendieron la información. Algunas con la intervención directa de sus periodistas, como fue el caso de RNE y de la SER.
De igual forma, esta misma revista se ocupó de la inauguración, aunque diesen mayor importancia a los aspectos ferroviarios que a los puramente inaugurales. Los números de VÍA LIBRE de julio y agosto de ese año ofrecen, de forma detallada, la descripción breve de las obras de fábrica y de tierra, así como un resumen técnico de la construcción del Madrid-Burgos.
Fernando Fernández Sanz hace una breve semblanza histórica de la gestación de la línea, mientras que Eduardo Tijeras ofrece un breve recorrido por los lugares más interesantes desde el punto de vista paisajístico y artístico de la línea. También es de destacar, el artículo de Santiago de Cruylles, en aquel momento director general de Transportes Terrestres, donde desarrolla el alto valor socioeconómico y político de la línea.
(FUENTE VIA LIBRE)
