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17 diciembre 2014

Publicado por 

HEREDEROS DE RAMÓN MÚGICA

 

 
1864 es una fecha clave en la historia de San Sebastián ya que, en dicho año, se completó el primer ferrocarril de la ciudad, la línea de Madrid a Irún y se inició el derribo de sus seculares murallas, lo que facilitó la expansión de la capital guipuzcoana según las directrices del Plan de Ensanche marcadas por el ilustre arquitecto Antonio Cortázar.
Vista general de la factoría de los Herederos de Ramón Múgica en San Sebastián
 
La construcción de nuevas viviendas y edificios de todo tipo, atrajo a San Sebastián a numerosos empresarios vinculados al sector, entre los que se encontraba el tolosarra Ramón Múgica quien, en 1865, instaló en San Sebastián una carpintería industrial. A finales del siglo XIX, esta industria se trasladó a unos terrenos situados junto a la estación del Norte y, a principios de la nueva centuria, la empresa se amplió con la creación de almacenes y secaderos de madera en Herrera.
Vista de los almacenes de maderas de Herederos de Ramón Múgica en Pasajes
 
No cabe duda que la proximidad con las instalaciones de la Compañía de Caminos de Hierro del Norte permitió la introducción de esta empresa en el sector ferroviario aunque tampoco deben olvidarse las relaciones familiares, ya que una de las nietas de Ramón Múgica se casó con un ingeniero noruego, Jan Olof Olhsson, que trabajaba como ingeniero jefe en la fábrica de vagones de Besain, antecedente de la actual CAF. De este modo, en 1916, se inició la construcción de vagones en sus talleres.
Motor de vapor de la central de fuerza de los talleres de Herederos de Ramón Múgica en San Sebastián
 
Los Herederos de Ramón Múgica construyeron todo tipo de vagones, desde jaulas para el transporte de ganado hasta vehículos para transportes especiales, siendo los foudres, y posteriormente las cisternas, la principal especialidad de la Compañía. En cambio, la producción de coches de viajeros se limitó solamente a dos pequeña series fabricadas para la Compañía del Norte; la primera, coches dos ejes y pasillo parcial y la segunda, un pedido para ampliar el parque móvil del ferrocarril de vía métrica de Carcagente a Denia.
Vagón jaula para transporte de ganado, construido para el ferrocarril de Medina del Campo a Salamanca
 
Coche de viajeros de vía métrica construido para la Compañía del Norte
 
Fabricación de vagones foudre en los talleres de Herederos de Ramón Múgica
 
Curiosa locomotora eléctrica construida por Herederos de Ramón Múgica para la empresa donostiarra Cementos Rezola
 
A principios de los años sesenta, Herederos de Ramón Múgica se trasladó a unas nuevas instalaciones construidas en Irún. La ubicación urbana de la factoría de San Sebastián impedía su crecimiento, mientras que la ciudad fronteriza ofrecía la ventaja de conectar con la red ferroviaria europea. En los terrenos que había ocupado la fábrica donostiarra se levanto poco después la famosa Torre de Atocha, el edificio más alto de la capital guipuzcoana.
Vista aérea de la nueva factoría de Herederos de Ramón Múgica en Irún
 
La actividad productiva de Herederos de Ramón Múgica continuó en Irún hasta que la crisis del transporte de mercancías de Renfe a principios de los años noventa, y la consiguiente falta de pedidos, obligaron al cierre definitivo de la factoría. Sin embargo, sus instalaciones mantienen el uso ferroviario al ser gestionadas por la empresa de transporte intermodal Algeposa.
Vagón cisterna de bogies para transporte de vino, construido en los talleres de Irún
 
Durante más de 75 años de producción, Herederos de Ramón Múgica construyó un total 37 coches de viajeros y de 5.487 vagones, de los cuales 404 se destinaron a la exportación. Asimismo se efectuaron grandes reparaciones en un total de 4.695 vagones, tanto de Norte y Renfe como de empresas particulares.
Cisterna especial para transporte de asfalto construida para la empresa Saltra
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