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11 abril 2014

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DE VALENCIA A ZARAGOZA EN VÍA MÉTRICA (Y II)

 
 
El tren de nuestros protagonistas, fotografiado en la estación de Plou. 8 de abril de 1961. Fotografía de Trevor Rowe, archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
De Utrillas a Zaragoza
 
 
Finalizada la visita a las instalaciones mineras y tras almorzar en la residencia de la compañía, los técnicos de Sierra Menera acompañaron a los expedicionarios británicos hasta Calamocha, donde pudieron continuar su viaje hasta Utrillas a bordo de un veterano autobús Ford de 1929 que cubría el servicio regular de viajeros a Montalbán.
Locomotora Nº 4 del ferrocarril a las minas de Utrillas. 8 de abril de 1961. Fotografía de Trevor Rowe, archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Tras pasar la noche en Utrillas, Trevor se dirigió a la estación del ferrocarril, situada en Río Martín a varios kilómetros al norte de la localidad minera, para poder tomar el tren que partía a las 8:00 horas en dirección a Zaragoza. En este caso, la línea sí que prestaba servicio regular de viajeros, aunque reducido a un tren en cada dirección, según Rowe, en días alternos. En la terminal ya estaba formado el tren, encabezado por la imponente Mallet Nº 204, adquirida unos años antes de ocasión, a los ferrocarriles de Túnez, seguida de una larga composición de vagones carboneros y, en cola, un coche mixto de bogies, de primera y segunda clase.
Varios ferroviarios de Utrillas posan ante Trevor Rowe en el depósito de Río Martín. 8 de abril de 1961. Fotografía de Trevor Rowe, archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Pequeño coche de viajeros del ferrocarril de 60 centímetros de ancho de vía a las minas de Utrillas, hoy felizmente recuperado para el tren turístico de esta localidad turolense. 8 de abril de 1961. Fotografía de Trevor Rowe, archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Vista de la rotonda de vía estrecha de Utrillas. Entre las locomotoras se encuentra la Nº 1 «Hulla», ahora en activo a la cabeza del tren turístico de esta localidad turolense. 8 de abril de 1961. Fotografía de Trevor Rowe, archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Antes de abandonar la localidad turolense, Trevor tuvo ocasión de echar un vistazo a la rotonda de la línea minera de 60 centímetros de ancho de vía que unía la estación con las minas del entorno, trayecto que en la actualidad se está recuperando como tren turístico gracias al encomiable esfuerzo del Ayuntamiento de Utrillas y los amigos del ferrocarril de Zaragoza. Entre los vehículos que pudo fotografiar en este punto se encontraba un pequeño coche de viajeros que, en la actualidad, vuelve a circular arrastrado por la veterana locomotora de vapor «Hulla» para deleite de quienes visitan las cuencas mineras turolenses.
La locomotora de vía métrica Nº 7, maniobra en Río Martín. 8 de abril de 1961. Fotografía de Trevor Rowe, archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Locomotora tunecina Nº 204 fotografiada en Río Martín. 8 de abril de 1961. Fotografía de Trevor Rowe, archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Según relataba Trevor Rowe, el único coche de viajeros de la composición iba sorprendentemente lleno, incluido el departamento de primera clase, ocupado por una bulliciosa familia acompañada por un no menos ruidoso transistor. En diversas estaciones del trayecto se añadieron al tren más vagones, lo que exigió reforzar la tracción con la locomotora Nº 6, para poder afrontar con solvencia la dura rampa existente entre Azuara y Valdescalera.
Cruce con el tren ascendente a Utrillas. 8 de abril de 1961. Fotografía de Trevor Rowe, archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
Vista de la locomotora 204. 8 de abril de 1961. Fotografía de Trevor Rowe, archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
En contraste con lo experimentado en su viaje por la línea de Sierra Menera, donde Trevor Rowe pudo comprobar el intenso tráfico que registraba esta línea a principios de los años sesenta, con sucesivos cruces con trenes descendentes cargados de mineral, en la línea de Utrillas solo observó el paso del único tren diario con viajeros en la dirección opuesta, síntoma de la decadencia de este ferrocarril carbonero, en una época en la que la electricidad y los derivados del petróleo estaban desbancando a este combustible en la sociedad española.
Doble tracción de las locomotoras 6 y 204, camino de Zaragoza. 8 de abril de 1961. Fotografía de Trevor Rowe, archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Finalmente, el tren alcanzó la estación de Zaragoza a las 15:35 horas. En la capital aragonesa, nuestro protagonista aprovechó para visitar el depósito de locomotoras y otras instalaciones ferroviarias del ferrocarril de Utrillas, sobre el que corría el rumor de estar vedadas a cualquier aficionado al tren. No fue así en esta ocasión y Trevor Rowe pudo inmortalizar con su cámara los elementos más interesantes.
Doble tracción del tren de Utrillas fotografiada en las cercanías de Zaragoza. 8 de abril de 1961. Fotografía de Trevor Rowe, archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril
 
Concluía de este modo un periplo que, frente a las siete horas que exigía el servicio directo, en los confortables trenes TAF climatizados de Renfe, requirió más de tres días de viaje. Afortunadamente para nosotros, nos queda el testimonio gráfico de un viaje épico e irrepetible, así como el recuerdo del vapor que, con gran mérito, se está recuperando en la actualidad en Utrillas.

En Zaragoza, nuestros protagonistas también visitaron las instalaciones de Renfe, como la desaparecida estación de Campo Sepulcro. 8 de abril de 1961. Fotografía de Trevor Rowe, archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

 

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