La SNCF de Francia, considerado como el operador más competitivo del mundo, se ha quedado fuera de la fase de calificación en elconcurso internacional del AVE a California. Una decisión sorprendente que favorece las expectativas del consorcio español formado por Renfe, Adif y Globalvía, situado ahora como uno de los grandes favoritos para ganar una licitación proyectada hace casi 10 años y que dará lugar a uno de los proyectos de infraestructuras más importantes de Estados Unidos, con un presupuesto que fue actualizado el pasado año en 64.000 millones de dólares.

La ausencia del poderoso ‘national champion’ del país vecino en este programa de indudable alcance mundial tiene su razón de fondo en la memoria histórica de la Segunda Guerra Mundial. Fuentes relacionadas con el concurso aseguran que la SNCF no ha terminado de admitir la vinculación en el tiempo que se supone a la empresa heredera de los ferrocarriles franceses que transportaron a multitud de prisioneros a los campos de exterminio nazis. La colaboración delrégimen de Vichy con el Tercer Reich sigue latiendo con fuerza en el corazón de la comunidad judía existente en Estados Unidos.

El gobernador de California, Jerry Brown (c), se prepara para firmar un raíl del tren de alta velocidad.

El 'lobby' israelí ha hecho valer su extraordinaria capacidad de influencia para exigir a la multinacional gala una petición de perdón que finalmente no se ha producido. De ahí que la presumible oferta de la SNCF, uno de los líderes mundiales del sector, no haya siquiera aparecido en la exposición de calificaciones recibidas por la Autoridad de Alta Velocidad Ferroviaria de California. Algunos observadores consideran que el operador galo ha preferido renunciar al concurso antes de abrir un debate político que podría resultar contraproducente para la reputación corporativa de la entidad.

La exclusión de la SNCF contrasta con la acreditación de finalista recibida por el consorcio alemán en que participa Deutsche Bahn, el otro gran operador ferroviario que suele competir con Renfe en todos los grandes programas internacionales. La multinacional germana no ha tenido mayor inconveniente en aceptar los planteamientos de los grupos de presión hebreos que se dan cita en el estado de California y ha asumido el triste legado del Holocausto que la propia cancillerAngela Merkel consideró no hace mucho tiempo como unaresponsabilidad única de Alemania.

Junto a españoles y alemanes, los otros competidores que intentan subirse al primer tren de alta velocidad en Estados Unidos son un conglomerado compuesto por cuatro operadores ferroviarios de China, además del consorcio liderado por Trenitalia y, en tercer lugar, el operador británico Stagecoach, la empresa escocesa que negocia estos días una alianza con Renfe para concurrir a la licitación de las nuevas líneas de AVE en el Reino Unido. Fuera de concurso en California ha quedado también la oferta japonesa, que estaba considerada como otro de los principales rivales a batir.

La línea de alta velocidad entre Los Ángeles y San Francisco es el proyecto estrella del plan de infraestructuras anunciado por Donald Trump

El proyecto ferroviario que unirá Los Ángeles con San Francisco otorga carta de naturaleza al plan de infraestructuras que anunció Donald Trump a bombo y platillo en su campaña electoral, y será adjudicado en dos fases. La primera, programada para finales de año, dará lugar a un contrato de consultoría cuyo adjudicatario tendrá las mejores bazas para convertirse en contratista y operador del servicio a partir del año 2025. La línea de casi 1.300 kilómetros surcará poblaciones que acumulan más de 40 millones de habitantes y podría ampliarse con dos ramales adicionales a San Diego y Sacramento.

La experiencia acumulada por Renfe tras 25 años de operación de líneas de alta velocidad en nuestro país constituye el principal factor diferencial de la propuesta española, que será presentada en un plazo de tres meses. Para la empresa del Grupo Fomento, el AVE a California y el que se proyecta entre Londres y Birmingham en Reino Unido constituyen dos objetivos esenciales de una nueva e incipiente estrategia de desarrollo corporativo destinada a compensar en el exterior la pérdida de cuota comercial que implicará tarde o tempranola liberalización del transporte ferroviario de pasajeros en España a partir de 2019.