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15 diciembre 2016

Bruselas clama por un tren más libre ante las trabas de Francia y Alemania

9:58 - 14/12/2016

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El Parlamento Europeo vota hoy la aprobación final del cuarto paquete ferroviario. Tras muchos años de negociaciones y enfrentamientos, parece que las normas para liberalizar el sector ferroviario verán la luz. Según explica el propio Parlamento, la reforma del servicio ferroviario facilitará el acceso a los operadores del Viejo Continente a los mercados ferroviarios internos y dará a los consumidores más oferta y una mejor calidad en el servicio.Más noticias en la revista gratuita deelEconomista Transporte.

 

En este sentido, para la comisaria europea de Transportes Violeta Bluc, el cuarto paquete ferroviario "abre un nuevo capitulo para los ferrocarriles europeos", que durante mucho tiempo no tuvo incentivos para adaptarse a la demanda de los consumidores y como consecuencia de ello, la cuota de mercado ha ido disminuyendo de forma constante. Según la UE, la cuota del mercado del tren en 1970 alcanzó el 20% y cayó hasta el 11,7% en 2013.

Aunque la opinión más extendida es que "se han conseguido grandes cosas", hay cierto descontento entre los grupos de poder por el resultado del pilar político del paquete ferroviario y por los retos que enfrenta el sector para competir con el resto de los medios de transporte en igualdad de condiciones.

"Es más barato volar e ir por carretera que viajar en tren. Existen muchas trabas para utilizar el ferrocarril, entre ellas las elevadas tasas y los problemas que ponen los países para cruzar las fronteras. No hay ningún tren que pueda recorrer la Unión Europea de punta a punta porque los países son muy egoístas", asegura Michael Cramer, eurodiputado desde 2004 y presidente de la Comisión de Transporte y Turismo.

"No hay competencia leal y justa en el sector del ferrocarril y por eso no crece. No tiene casi oportunidades para competir, garantizar la movilidad o aprovechar su ventaja para cuidar el medioambiente", sentencia. Según defiende Europa, el transporte supone el 23% de las emisiones de CO2 y el ferrocarril genera el 0,6%.

Falta de voluntad política

En teoría, el cuarto paquete ferroviario busca allanar el camino para que en 2023 haya operadores que no sean nacionales conectando ciudades en diferentes países europeos en igualdad de condiciones, pero el resultado final de las negociaciones deja la puerta abierta a cierto proteccionismo, promocionado por Francia y Alemania, y no termina de eliminar las barreras que limitan la creación de un tren transfronterizo.

En esta línea, varios eurodiputados y representantes de la empresa privada cargaron contra las cesiones que se han hecho para sacar adelante el pilar del gobernanza o político. "Estamos decepcionados con el paquete político. Se ha perdido una oportunidad para crear un terreno equitativo", Julia Lamb, secretaria general de la asociación europea de transporte ferroviario de mercancías (ERFA).

El tercer paquete obligaba a separar el gestor de infraestructuras del operador comercial, algo que no hicieron ni Francia ni Alemania, por lo que el Parlamento dio marcha atrás a la norma y ahora permite estructuras verticales.

"La SNFC y de la Deutsche Bahn se han unido en una causa común para cerrar sus mercados a la competencia privada y exterior", señalan fuentes parlamentarias que recordaron lo complicado que fue conseguir que se incluyera un pilar político en este cuarto paquete ferroviario. "Hay países que quieren proteger sus monopolios. Competir en países con estructuras integradas es complicado", sentenció Lamb.

Acuerdo descafeinado

Ante el acuerdo descafeinado en gobernanza, la eurodiputada Izaskun Bilbao aseguró que desde Europa ya buscan ponerse a trabajar para profundizar en el pilar político del cuarto paquete y ahondar en la gobernanza hasta conseguir igualdad de condiciones para todas las empresas en un mercado realmente libre.

"Los países accedieron a desarrollar un paquete técnico para unificar criterios de seguridad, tecnológicos y burocráticos, pero no querían saber nada de la parte política. Estamos aprobando paquete tras paquete pero no somos honrados con nosotros mismos. Todos sabemos cuales son los problemas pero no hay voluntad para solucionarlos", aseguró Bilbao.

La falta de voluntad política también está detrás de los problemas para conectar por ferrocarril los países de la UE y para vender billetes. Actualmente los pasajes se venden únicamente para un solo territorio. "En el pilar de gobernanza hay una directiva que obliga a aportar los sistemas para la venta de billetes transfronterizos", asegura Josef Schneider, director de la federación europea de pasajeros (EPF).

Pese a esta norma hay problemas para que se logre un buen servicio puesto que es difícil coordinar varios operadores y existe una tradición por la cual los países no son estrictos a la hora de trasponer las directivas. "Si vamos por el cuarto paquete es porque los otros no se han cumplido", sentencian desde la Unión Europea.

Otro de los puntos que dificulta el nacimiento de un tren libre europeo es la falta de conexiones transfronterizas y problemas financieros de los gestores. "Se han invertido miles de millones en crear redes de alta velocidad y no se invierten los recursos necesarios para crear una espacio común europeo de ferrocarril. No se terminan los proyectos de conexión de pasajeros en las fronteras", explicó Cramer.

Ana Malheiro, representante de los gestores de infraestructuras, asegura que "para potenciar la competitividad, los gestores deben tener un sistema fiable, rentable y eficaz. Deben ser sostenibles". En España Adif está muy endeudado.

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