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21 marzo 2016

Italia pide 4.000 millones a Europa para costear líneas de alta velocidad

  • -Solicita más flexibilidad presupuestaria para infraestructuras
9:45 - 21/03/2016

 

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Mientras muchos países europeos cuestionan la viabilidad económica de estos proyectos, Italia solicita fondos a Bruselas para realizar nuevas líneas de alta velocidad. El Gobierno de Matteo Renzi ha entregado a la Comisión Europea un dossier sobre las infraestructuras que quiere llevar a cabo en los próximos años, en el marco de la flexibilidad presupuestaria que Europa otorga en favor de las inversiones.

 

Roma pide para 2016 un margen de flexibilidad sobre el déficit del 0,3% del PIB, es decir 5.100 millones que no se contabilizarían en los compromisos presupuestarios, a los que deberían sumarse los 6.000 millones procedentes del Plan europeo de inversiones lanzado por Jean-Claude Juncker.

El dossier italiano propone inversiones en diferentes ámbitos, desde la energía hasta la digitalización, pasando por el medio ambiente. Sin embargo, la parte más importante de los fondos, unos 4.000 millones, se destinará a las infraestructuras de transportes y, en particular, a la alta velocidad ferroviaria.

El proyecto más grande es la ampliación del túnel del Brennero, que permitirá una conexión de alta velocidad entre la ciudad italiana de Verona y la alemana de Munich, pasando por Austria. La obra ya está en marcha y Roma busca 224 millones para el tercer tramo. Poco menos de 400 millones se destinarán a proyectos más controvertidos como la línea de alta velocidad entre la italiana Turín y la francesa Lyon y el nuevo túnel bajo los Alpes entre Milán y Génova.

En ambos casos se trata de líneas que, anunciadas desde hace años, todavía no se han puesto en marcha por las fuertes protestas de las poblaciones afectadas por las obras y por las dudas sobre las relación entre costes y beneficios de los proyectos.

De hecho, si la viabilidad económica de la alta velocidad es una cuestión europea, los enormes sobrecostes de las líneas de ferrocarriles son una peculiaridad transalpina. En su relación a la Unión de 2014 sobre la lucha contra la corrupción, la Comisión Europea denunciaba la situación italiana: "La alta velocidad está entre las obras infraestructurales más caras y criticadas por los elevados costes unitarios con respecto a obras parecidas".

"Según los estudios, la alta velocidad en Italia ha costado 47,3 millones de euros por kilómetro en el tramo entre Roma y Nápoles, 74 millones de euros entre Turín y Novara, 79,5 millones de euros entre Novara y Milán y 89,4 millones de euros entre Bolonia y Florencia, con respeto a los apenas 10,2 millones de euros por kilómetro de la línea París-Lyon, los 9,8 millones de la Madrid-Sevilla y los 9,3 millones de la Tokyo-Osaka", explica la Comisión subrayando que en Italia el coste medio es de 61 millones de euros por kilómetro.

Irregularidades y mala gestión

En España, según un estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), el coste es de 18 millones. Esta diferencia, explica la Comisión, puede ser una señal "de una mala gestión o de irregularidades en la asignación de las contratas". Lo confirma un reciente informe del tribunal de Cuentas transalpino que indica que el 65% de los fondos europeos que llegan a Italia presentan alguna irregularidad en su empleo.

La cuestión, sin embargo, no parece preocupar a Renzi. El objetivo del líder transalpino de cara a las próximas elecciones municipales es demostrar que su Ejecutivo no está de brazos cruzados frente a una recuperación demasiado frágil.

Renzi, hace año y medio, lanzó un plan de inversiones en infraestructuras denominado Desbloquea-Italia, y no solo no parece preocupado los sobrecostes de los proyectos, sino que espera también obtener más dinero de Europa para llevar a cabo las obras.

Mientras en octubre Roma programaba invertir en nuevas infraestructuras 3.100 millones, ahora busca alcanzar los 4.000. El plan italiano, sin embargo, queda a la espera de obtener la luz verde de Bruselas. La Comisión deberá pronunciarse en mayo, cuando dará su evaluación definitiva sobre la situación presupuestaria de Roma.

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