TRENEANDO

Medio siglo del Shinkansen, el ‘tren bala’ japonés que revolucinó el transporte ferroviario mundial

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El ‘tren bala’ cumple 50 años. Durante años fue el tren más rápido del mundo, capaz de alcanzar los 320 kilómetros a la hora y que revolucionó el concepto de viajar en ferrocarril y dio el pistoletazo de salida a la alta velocidad. El Skinkansen transformó la forma de viajar en tren y animó a otros países a evolucionar el modelo japonés y conseguir trenes más veloces y seguros. En este medio siglo de existencia nunca ha tenido un accidente.

Japón festejó el miércoles los 50 años del Shinkansen, símolo del renacimiento del país que despertaba de un largo letargo, daba su adiós a los tiempos duros de la postguerra y volvía a mirar al mundo de frente. En todo el país se han vivido ceremonias similares, aunque la estación de Tokio revivió escenas muy similares a las ocurridas aquel 1 de octubre de 1964. El último ‘tren bala’ en activo, el N700A, dejó la estación de la capital nipona rumbo a Fukuoka (sudopeste de la isla), en presencia de la cúpula de la Central Japan Railway (JR Tokai), el operador ferroviario, de las autoridades y de un grupo de personas nacidas el mismo día hace 50 años. Actos semejantes se realizaron también en Shizuoka, Nagoya y Osaka, para honrar el Tokaido Shinkansen, la línea que revolucionó el transporte nipón en 1964, poco antes de la apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio.

Ese 1 de octubre de 1964, el emperador Hirohito inauguró un medio de transporte que asombró al mundo entero. Paradójicamente, Japón no buscaba conseguir el tren de mayor velocidad del planeta, sino multiplicar la capacidad de una línea ferroviaria obsoleta y que hacía tiempo que había quedado saturada. Los ingenieros nipones desarrollaron una infraestructura que minimizaba el número de curvas, pero que conseguía un radio mayor (y por tanto más suave) de todos los posibles. La construcción de viaductos y túneles para acortar el trazado se hizo en tiempo récord.

Apenas cinco años después, y nueve días antes de la celebración de los Juegos Olímpicos en la capital de japón, la línea ya estaba lista para trasladar a pasajeros de un lado a otro de la isla de Honshu. En sólo tres años había transportado ya a nada menos que 100 millones de viajeros. Medio siglo después, la línea no es sólo la más antigua del planeta, sino también la más usada, con cerca de 150 millones de pasajeros al año y una de las más puntuales (el retraso medio es de 50 segundos).

Durante los Juegos Olímpicos de Tokio, el primer tren bala viajaba de Tokio a Osaka en cuatro horas, reduciendo en dos horas y media el trayecto de 513 kilómetros (319 millas). Rápidamente se convertía en un símbolo de orgullo para Japón, a menos de dos décadas del final de la Segunda Guerra Mundial, y un precursor del “milagro” económico que estaba por llegar.

El Shinkansen reavivó el interés en los ferrocarriles de alta velocidad en otros lugares, especialmente en Europa. Francia y España están hoy entre los líderes de alta velocidad europeos. Turquía se convirtió el año pasado en el noveno país en el que opera un tren con velocidad media de 200 kilómetros por hora, según Railway Gazette. También Corea del Sur y Taiwán tienen trenes de alta velocidad. La excepción es Estados Unidos, aunque hay propuestas de construir líneas en California y Texas.

Desde que la apertura de la línea Tōkaidō Shinkansen, la red se ha ido expandiendo para conectar la mayor parte de las ciudades de las islas de Honshū y Kyūshū, con velocidades de hasta 300 kilómetros a la hora. El tren de alta velocidad japonés tiene unas frecuencias casi comparables con el metro de cualquier ciudad, especialmente en la ruta entre Osaka y Tokio. En una horquilla de 45 minutos hay seis trenes a Tokio denominados Nozomi que son los que más rápido cubren el trayecto con apenas unas pocas paradas. Todo esto sin contar los servicios de Hikari y Kodama, que también cubren el trayecto por las mismas rutas pero con más paradas. Es la línea de alta velocidad con más tráfico del mundo, con 151 millones de pasajeros al año.

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