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1 febrero 2019

 

Renfe ultima un macropedido de 211 trenes de gran capacidad para Madrid y Barcelona

 

Aprobó ayer la compra de 37 trenes de ancho métrico, licitará en febrero 40 cabezas de AVE, y de abril a junio irá a por 82 unidades de media distancia

Trenes de Cercanías de Renfe en uno de los talleres de mantenimiento de la compañía. Trenes de Cercanías de Renfe en uno de los talleres de mantenimiento de la compañía.

 

El histórico pedido de material rodante que acaba de activar Renfe, tras 12 años sin comprar trenes de Cercanías y ancho métrico, tiene a los fabricantes pendientes de un calendario en el que marzo es el mes clave. El operador público ha fijado para entonces la licitación de 211 trenes de gran capacidad que irán destinados al servicio en grandes núcleos de Cercanías, principalmente los de Madrid y Barcelona. De los 420 millones de viajeros que subieron a un Cercanías en 2018, más del 80% lo hicieron en la capital y su periferia (240 millones de viajes al año), y en el entorno de la Ciudad Condal (120 millones de usuarios anuales).

 

Renfe tiene el triple objetivo de renovar una flota envejecida, atender la creciente demanda en las grandes ciudades y poner más asientos por tren, práctica de ahorro especialmente en los servicios comerciales a la vista de que los cánones a Adif se pagan por tren y no por asientos.

Este macrocontrato en ciernes, que en el sector se estima entre 1.500 y 2.000 millones, ha abierto el debate interno sobre si el pedido debe repartirse entre varias plataformas y fabricantes u optarse por un único proveedor. El último informe de la CNMC referente a los servicios de transporte de pasajeros indica que el modelo seguido por la aviación, con la concentración de las adquisiciones en pocos modelos y un fabricante prácticamente en exclusiva, arroja ahorros tanto en los pedidos como en la formación del personal y el mantenimiento.

Desde la industria ferroviaria se estima que el lote de trenes de Cercanías sadrá a concurso en el entorno de los 2.000 millones

Renfe ya optó por esta fórmula con la compra entre 2016 y 2017 de 30 unidades de alta velocidad a Talgo, pero en la industria defienden claramente la opción de fragmentar las grandes licitaciones: “Un operador no puede poner el grueso de la flota en manos de una sola empresa; supone asumir excesivos riesgos especialmente cuando también se externaliza el mantenimiento a largo plazo”, explican desde una de las empresas que entrará en liza por los contratos de Renfe.

La programación de la compañía que preside Isaías Táboas contempla licitaciones por 3.000 millones hasta el mes de junio, lo que supondrá la renovación del 50% de la flota de Renfe dedicada al servicio público. Urgen recambios en el ferrocarril extremeño, los servicios de la antigua FEVE, o las Rodalíes de Barcelona.

Además de los 37 trenes de ancho métrico que integran el primer contrato, cuya licitación fue aprobada ayer por el consejo de administración, Renfe va a licitar en febrero 40 cabezas motrices para reforzar la oferta en las distintas líneas de alta velocidad. En marzo verá la luz el citado contrato de los 211 trenes de gran capacidad para las Cercanías; una tercera licitación de 43 trenes híbridos de media distancia está prevista para el mes de abril, paquete del que saldrán los nuevos trenes para Extremadura, y para junio se espera el concurso por otras 39 unidades de media distancia, esta vez trenes eléctricos.

Facturas y renovaciones

Antes de abordar estas compras, el proyecto de presupuestos para 2019 incluye 838 millones en inversión, de los que 408 millones irían al pago de trenes nuevos. En ese último montante se incluyen los primeros recibos de los Avril de Talgo, cuyas primeras entregas se esperan entre finales de 2019 y primeros de 2020. Otros 281 millones del presupuesto van dirigidos a aumentar la capacidad y acometer mejoras en unidades activas.

La dirección de Renfe trabaja con la previsión de que la demanda en los servicios públicos apenas crezca un 0,3% este año respecto a un 2018 en que despegó un 4%. Para los segmentos comerciales de AVE y Larga Distancia, por su parte, se augura un incremento del 4,4% en este 2019. Con todo, Renfe espera atender a 509 millones de usuarios, sumando dos millones de viajes respecto a 2018.

De los 1.245 vehículos dedicados al transporte de pasajeros, 773 están adscritos a Cercanías, Media Distancia y Ancho Métrico. El último tren que llegó a estos servicios subvencionados fue adquirido en 2007, dentro de un paquete de 289 unidades que fueron entrando en la flota entre 2008 y 2011. Esta última remesa de material rodante supuso la renovación del 29% del parque, con una inversión de 2.000 millones.

La crisis enterró cualquier opción de nuevas compras, al margen de los AVE adjudicados a Talgo. El actual equipo de Fomento achaca a sus antecesores del PP que no se licitaran pedidos aunque solo fuera para cubrir renovaciones urgentes como las que demandaban Extremadura o Teruel.

El material rodante de Renfe tiene una vida útil de 40 años, tiempo en el que pasan por talleres para las habituales revisiones y las grandes reparaciones. En estas, lo trenes se desmontan para volver a ser ensamblados. En el caso de los regionales y de Cercanías, hay numerosos casos en los que se superan los 30 años de servicio.

Nuevo material rodante para la antigua FEVE

La primera licitación atiende al norte del país. El consejo de Renfe dio ayer su visto bueno a la compra de 31 trenes de ancho métrico y seis trenes de alta montaña. Los primeros rodarán esencialmente sobre las vías de la antigua FEVE en la Cornisa Cantábrica, Castilla y León y Murcia, mientras las unidades alpinas operarán en la línea madrileña C9 (Cercedilla-Cotos).

Material rodante y mantenimiento en el mismo paquete. El primer encargo, por un valor de 287 millones, incluye el mantenimiento durante 15 años en colaboración con Renfe Fabricación y Mantenimiento. Los nuevos trenes de ancho métrico, de dos y tres coches, circularán a 100 kilómetros por hora.

Baja a la mitad la edad media de los trenes. El pedido que entra en rampa de licitación rebajará de 28 a 15 años la edad media de la flota de ancho métrico que presta actualmente servicios. En cuanto a las unidades alpinas de la línea C-9 de Cercanías de Madrid, en la Sierra de Guadarrama, algunas unidades a sustituir alcanzan los 40 años.

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