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6 noviembre 2018
La arena llega ya al AVE a La Meca y amenaza con encarecer el mantenimiento
Tres de las constructoras avisan al consorcio liderado por la pública Renfe de sobrecostes durante los 12 años de operación por falta de medidas que mitiguen la llegada de arena
La empresa pública Renfe lidera el consorcio que tiene que operar el AVE durante 12 años.La arena del desierto erosiona las vías y relaciones dentro del consorcio español del AVE a La Meca. En las últimas semanas, Copasa, Imathia y OHL, las tres constructoras españolas del consorcio, han advertido por escrito a sus socios de los problemas que está produciendo "la falta de medidas de mitigación contra la arena". El AVE estuvo en pruebas en verano y durante 12 años el consorcio español liderado por la empresa pública Renfe se encargará de la operación y el mantenimiento. No es solo que la cifra estimada de viajeros no se vaya a alcanzar ni de lejos, sino que la limpieza continua de la arena por la falta de previsión amenaza con elevar los costes, según esta documentación. Oficialmente, el consorcio minimiza los problemas y señala que todo está firmado y acordado con el cliente y entre las empresas.
El AVE estuvo en pruebas durante el verano y recientemente ha sido puesto en servicio. De momento, la velocidad máxima es de 200 kilómetros por hora en lugar de los 330 proyectados y circula cuatro días a la semana. El comienzo de la fase de explotación comercial de la línea fue polémico, ya que se firmó durante la Future Investmente Initiative o 'Cumbre Davos del Desierto' convocada por Arabia Saudí y celebrada en Riad del 23 al 25 de octubre. El encuentro fue boicoteado por empresas y países, debido al asesinato del periodista saudí Khashoggi en Estambul semanas antes.
Antes de eso, dentro del consorcio hubo un intercambio de misivas sobre los problemas de la arena. El pasado ocho de septiembre, las constructoras Copasa e Imathia, dos empresas gallegas que entraron en la faraónica obra del AVE a La Meca adjudicada a España hace siete años, enviaron una carta al director general del Consorcio Alshoula, Álvaro Senador Gómez. Hace mucho tiempo que, en previsión de que el AVE acabe en arbitrajes, todas las comunicaciones se hacen por escrito.
Copasa e Imathia, según el escrito al que ha tenido acceso El Confidencial, advierten de que antes de hacerse cargo de su parte del trazado para la operación y mantenimiento, han detectado "balasto contaminado por la arena". El balasto son las piedras que hay entre las vías y si se llena de arena, su limpieza —llamada desguarnecido en el argot ferroviario— es extremadamente cara. En parte de los tramos con más arena, el consorcio español construyó vía en placa (ocupa 128,8 kilómetros de los 453 del trayecto), mucho más fácil de limpiar y que evita esta contaminación, pero según esta documentación hay zonas con arena en las que hay instalada vía tradicional sobre balasto.
Las constructoras también avisan de que han descubierto arena en pasos de agua bajo la vía, en trincheras excavadas de drenaje, en trampas creadas para contener la arena y que no han sido limpiadas, en caminos de servicio y sobre la vía en placa. Los documentos van acompañados de informes fotográficos donde se aprecia arena, aunque no llega al nivel que desveló este diario en 2016, cuando por las divisiones internas en el consorcio las empresas dejaron de limpiar la vía.
La arena se acumula en un paso de agua. (EC)
La carta incluye una advertencia de calado, un torpedo al diseño del AVE del desierto, proyectado para unir La Meca y Medina. "Consideramos que estos problemas no están producidos solo por una falta de mantenimiento sino también por falta de medidas de mitigación de la arena". En 2011, cuando el consorcio español ultimaba su oferta para el gran contrato del AVE entre Medina y La Meca —6.736 millones de euros—, alguien planteó qué iban a hacer con la arena. Al fin y al cabo, un tercio del país son arenas o dunas. El AVE de los peregrinos cruza dunas, pero también desiertos pedregosos sobre los que la arena avanza a gran velocidad movida por el viento, lo que hace que se acumule ante cualquier obstáculo.
Según fuentes conocedoras del proyecto, el consorcio no quiso estudiar otras medidas para evitar los problemas de la arena
Un alto cargo propuso entonces, sobre la marcha y sin realizar ningún estudio, construir un muro. Y esa fue la principal medida de mitigación del proyectista, la empresa pública Ineco: un muro de metro y medio de alto en los tramos de más arena. Un portavoz del consorcio afirma que también se instalaron "trampas de arena, muros de contención, estabilización de las dunas y estanqueidad y protección de las instalaciones", además de las medidas del tren Talgo desarrolladas para este proyecto.
La arena llega a zonas donde no hay vía en placa. (EC)
La obra del AVE lleva vía en placa en las zonas con más arena. (EC)




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