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5 agosto 2018

Gipuzkoa

Los trenes se recogen a la medianoche

A las 23.30 horas de un día de verano, la unidad de tren número 911 entra enlos depósitos de Araso (Irun). Volverá a ponerse en marcha a las 03.45

Vegetación, vías, torretas, catenarias, oscuridad iluminada; el último tren de la noche entra en los depósitos de Euskotren en Araso./ Lobo Altuna
Vegetación, vías, torretas, catenarias, oscuridad iluminada; el último tren de la noche entra en los depósitos de Euskotren en Araso. / Lobo Altuna
Begoña del Teso
BEGOÑA DEL TESO Miércoles, 1 agosto 2018, 22:44
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En el polígono industrial de Araso todas las noches sucede un auténtico acto de 'trainspotting' que cumpliría los sueños de más de un aficionado a tal hobby, tal pasión. No hablamos de la novela de Irvine Welsh. Ni de la dislocada y genial película de Danny Boyle estrenada en olor y furor de multitudes en el Festival de Cine de San Sebastián de 1996. Ni de la banda sonora en la que se oye a Iggy Pop, Underworld o Brian Eno. No, hablamos de la afición a contar, numerar o fotografiar trenes. 'Spot': 'detectar'.

En el puesto de control del técnico de operaciones Iñigo Amas, en la sala de las pantallas de los depósitos de Euskotren en Araso, las distintas unidades que acaban su jornada van señalando su posición. Por radio control. Pero también aparecen como puntos rojos, verdes y amarillos. Los primeros indican los trenes en movimiento. Como ese que aún circula por Lugaritz. Los segundos, los vehículos autorizados a volver a Araso. Los amarillos, los que se encuentran en reposo. Como el que acaba de parar en la estación de Zarautz. El mismo juego de colores y las mismas consignas descubriremos al amanecer en el puesto de mando de la plaza Easo. Por cierto, el Topo es, junto a la Alta Velocidad, el único tren que circula por la derecha. Todos los demás lo hacen por la izquierda. Con la pasante, el Topo-Metro lo hará como los demás, por la siniestra.

Además

Trainspotting: detectar y localizar vehículos ferroviarios. La unidad 907 ha salido de Donostia a las 22.47. La 906 está ya en Fanderia. La 911 se encuentra en Gaintxurizketa. A la 906 se le piden los kilómetros acumulados para que en talleres o en la Inspección de Operaciones decidan cuándo debe pasar una revisión intensa y extensa: 67 2008.

 

Araso: 17 vías: lavadero (1) depósito (9), depósito (6). Descarga (1). Almacén

 

Cuando la noche se transforme ya en medianoche y madrugada, en los hangares de Euskotren habrá alojadas diez máquinas en servicio y dos en revisión. Más otra ya lista para desguace. Por edad y por haber sido asaltada por las 'crew', los grupos de ataque de elite de los grafiteros más audaces, perseguidos y denostados por las compañías ferroviarias, los llamados 'bombers', especialistas en acciones rápidas (les basta el tiempo que necesita la maquinista de maniobras para ir de una cabeza de tren a otra), peligrosas y costosas de desbaratar. Y de borrar.

 

 

 

Doce. Más un vagón de Euskotren Kargo en la explanada exterior. Con ese nombre en 2007 se retomó el servicio del transporte de mercancías por vía estrecha o ancho métrico. Y se retomó con la adquisición del material rodante apropiado (locomotoras diesel e híbridas, en especial). Para ese transporte (dentro del plan Basque Country Logistics) se comparte con los trenes cargueros de Renfe la infraestructura de ETS y de Adif.

UT 900, UT 950

Los maquinistas depositan sus unidades en los muelles, en las vías del depósito. De allí serán movidas hasta la zona de lavado. Hace calor en la noche de julio. Se oyen los grillos. Se comentan historias de fútbol y ciclismo. Uno de los vigilantes es de Granada. Trabaja de sol a luna y de luna a sol para acumular días libres y poder bajarse a los pies de la Alhambra y Sierra Nevada. Los trenes, solitarios, vacíos, se mueven como serpientes de acero articuladas, monstruos que se abren paso en la oscuridad iluminada por luces de seguridad, de avance y stop. Se mueven entre ráfagas de detergente y lluvia artificial. El gigantesco tren de lavado refresca y enjabona la noche.

 

Easo: 8 vías para trenes a Lasarte-Hendaia; Amara-Zumaia-Ermua-Bilbao; Altza, Errenteria, Irun

 

De la unidad destinada al desguace a las novísimas, esas 950, hay un salto en el tiempo y el diseño. Estas unidades son la sublimación de las 900 actualmente en circulación en todas las vías de la ETS (Euskal Trenbide Sarea/Red Ferroviaria Vasca), el ente público encargado de la construcción, conservación, gestión y administración de las infraestructuras ferroviarias dependientes de la Comunidad Autónoma Vasca.

La unidad 950 consta de dos coches motores con cabina de conducción y uno intermedio de remolque. Tres coches ampliables a 4. Seguridad absoluta para la conducción, siendo el freno de servicio prioritariamente eléctrico, frenado regenerativo, de forma que se obtenga la máxima recuperación de energía posible. Un sistema de seguridad impide superar la velocidad establecida, situada entre márgenes precisos.

Ahí están todas las unidades. En Araso. Entre grillos, grandes naves de logística de otras compañías y vegetación. Un torno de muelle gigantesco calibra las ruedas que con el tiempo son heridas por el arrastre, feroz, del hierro contra hierro. 16 grandes gatos eléctricos pueden levantar toda una unidad, si es necesario, para revisión o reparación. Un tren completo se guarda, despiezado en el almacén informatizado. La noche avanza. Cuando las horas de la mañana sean aun pequeñas, los vehículos ferroviarios descansarán en las vías interiores.

El sueño será reparador pero para las 03.45 los maquinistas estarán en sus puestos de trabajo. Deberán llevar sus unidades al punto desde donde partirán en su primer viaje. Puede ser Hendaya. Zumaia. O Easo.

Bombeando desde Amara

La estación de la plaza Easo es el corazón de las operaciones ferroviarias de Gipuzkoa. De las que desde 1982 gestiona el Gobierno Vasco. Las de vía estrecha, también llamado 'ancho métrico'. De aquellas que transcurren íntegramente dentro de la CAV. En Easo, bajo la dirección de Juan Carlos Enrique, jefe del puesto de mando y de Enrique González, responsable de la circulación, cuatro controladores, ferroviarios de pura raza: Adoración Lansorena, Javier Viguera, Carlos Peinador y José Ramón Vázquez. Conocen a la milésima de segundo real la situación de todas las unidades de tren. Desde Hendaya a Ermua aunque, lo sabemos, esa línea continúa hasta Atxuri. Ordenadores. Pantallas. Radares. Continua comunicación tren-tierra. Automatización. Oferta de trenes planificada. Dependiendo de los acontecimientos consuetudinarios (o no) que suceden en el universo que recorren las unidades de tren, habrá más servicios si son las fiestas de San Fermín en Pasaia. San Marcial de Irun. Las Madalenas de Errenteria. Si hay partido UEFA en Anoeta. En 2017, durante la Semana Grande donostiarra el tráfico aumentó en más de 500 vehículos ferroviarios

¿Túneles o puentes? Los conductores de esas unidades que duermen, se acicalan y despiertan en Araso saben que los túneles son realmente más seguros. Nunca habrá una vaca en uno de ellos. Nunca caerá un árbol. Pero a los trenes y a sus maquinistas les gusta deslizarse en paralelo a la ría de Orio. O saberse parte de la nueva urbanización de Loiola.

 

¿Por qué nació El Topo aquel 5 de diciembre de 1912?

Parecía un negocio sin grandes perspectivas. Nacía para cubrir un corredor donde ya operaban un ferrocarril de ancho normal y un tranvía eléctrico que asumía un trayecto densamente poblado: San Sebastián- Renteria. No, no parecía un buen negocio y hay que pensar que por aquel entonces muchas líneas eran explotadas por compañías privadas.

El objetivo, sin embargo, estaba claro: 'facilitar el enlace de la importante red ferroviaria de vía métrica tejida a lo largo de la cornisa cantábrica a finales del siglo XIX y primeros del XX, con la red francesa' (Olaizola, 'Historias del tren'). Por eso, la Compañía de Ferrocarriles Vascongados, propietaria de la línea Bilbao-San Sebastián, se comprometió a financiar buena parte de la inversión. Sin embargo, cuando los promotores desistieron de construir la infraestructura necesaria (muelles de carga, por ejemplo) para el tráfico de mercancías, Ferrocarriles Vascongados se desentendió.

Azarosa ha sido la vida del Topo entre sus túneles, sorteando guerras mundiales y civiles y varios cierres de fronteras hasta convertirse hoy en la joya de la corona de Euskotren con más de siete millones de pasajeros. A la postre y a futuro, la Compañía del Ferrocarril de San Sebastián a la Frontera Francesa no se equivocó.

 

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