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8 julio 2018

Estilo de Vida

La estación de tren de Canfranc: de nido de espías a resort de lujo

 
La estación internacional de Canfranc fue ocupada por los nazis durante la II Guerra Mundial y jugó un papel clave en el paso de mercancías, como wolframio y oro. También permitió el paso a España de miles de judíos que huían de las zonas ocupadas. Dreamstime
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Proyecto. Comienzan las obras para construir un hotel de cinco estrellas y apartamentos.

La antigua estación de tren de Canfranc, un pueblo de Huesca situado a 1.200 metros de altura en la frontera con Francia, se convertirá en tres años en un centro turístico del primer orden, una vez que acaben las obras de reforma de la estación, la apertura de un hotel de cinco estrellas, un museo ferroviario y la construcción de un centenar de viviendas tipo loft. El proyecto pondrá fin a décadas de abandono de un conjunto arquitectónico de gran valor y abrirá la puerta a que los trenes de pasajeros y de mercancías crucen a Francia por el túnel de Somport, gracias a las cinco nuevas vías que se están construyendo.

Realizar esta profunda transformación costará 27 millones de euros, de los que casi la mitad se destinarán a la antigua estación, un espectacular edificio de 240 metros de largo y 365 ventanas, que fue apodado en el siglo pasado como el Titanic de las montañas. Este edificio modernista fue inaugurado el 18 de julio de 1928 por el rey Alfonso XIII y por el presidente francés Gaston Doumergue. Tras la reforma, se convertirá en un hotel de cinco estrellas que podría ser gestionado por la cadena Barceló. Su apertura cambiará la fisonomía del turismo de la zona. "Todo lo que sea ofrecer más alternativas a los viajeros es bueno para el valle", asegura un portavoz del Hotel & Spa Real Villa Anayet, del grupo Eizasa, el único cuatro estrellas de la zona, donde los Reyes Felipe y Letizia se hospedaron el año pasado cuando fueron a esquiar a las pistas de Astún.

Otra parte relevante del proyecto es la construcción de 103 viviendas, con las que se financiará una parte del plan. El número de casas se ha reducido de forma radical desde el proyecto inicial, que contemplaba la construcción de más de 600 viviendas en torres construidas alrededor de la antigua estación. La llegada al Gobierno de Aragón de una coalición de izquierdas en 2015 decidió respetar todos los edificios existentes (en general, naves abandonadas) y hacer viviendas tipo loft aprovechando el aire industrial y los techos de hasta 14 metros de altura. Algunas de estas casas se pondrán a la venta por parte de la UTE Acciona-Avintia, mientras que el resto serán gestionadas por una empresa del Gobierno de Aragón. "El nuevo proyecto conserva todos los edificios y el paisaje urbano y es la mejor forma de recuperar la historia de Aragón y de Canfranc", asegura Carmelo Bosque, director de Urbanismo del Gobierno regional.

Para muchos, Canfranc no solo fue una grandiosa estación de tren. Las historias de espías, las conexiones con los nazis y el transporte de oro y otros materiales como el wolframiodurante la II Guerra Mundial han hecho de este lugar un foco de atención para los medios internacionales y para los amantes de la Historia. "Canfranc no sólo fue el tren que transportó 86 toneladas de oro alemán. Fue el tren de la libertad, que permitió a miles de judíos, entre ellos Marc Chagall y Max Ernst, huir del horror nazi, entrar en España y desde allí marchar a América", asegura Ramón J. Campo, periodista del Heraldo de Aragón y autor del documental Juego de Espías y de varios libros sobre la estación.

90 años de historia

La estación de Canfranc fue inaugurada por el rey Alfonso XIII y por el presidente francés Gaston Doumergue el 18 de julio de 1928, hace casi 90 años. Pretendía ser una entrada a España para viajeros acomodados.

 

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