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4 junio 2018

INFRAESTRUCTURAS FERROVIARIAS

San Andrés aborda las obras del AVE tras 30 años sin acciones ferroviarias

Los proyectos de 6,3 millones añaden dos carriles sobre las vías, mejoran dos pasarelas y dos subterráneos


04/06/2018

p. infiesta | san andrés

Hasta hace tres décadas, los vecinos de San Andrés del Rabanedo se la ‘jugaban’ para bajar a León, porque las máquinas de tren daban poca tregua y las vías partían en dos el municipio. Sobre todo, los adolescentes de Trobajo del Camino solían atravesar las traviesas a plena carrera para acercarse al Crucero. La pasarela peatonal de Párroco Pablo Díez, a mediados de los ochenta, vino a calmar los ánimos de una población aislada por la barrera ferroviaria. Se construyó en tiempos del alcalde Manuel Velasco con un coste de 21,4 millones de las antiguas pesetas. Todo un hito para la época.

Treinta años después de esa gran y eficaz actuación, el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) vuelve a mirar a San Andrés y lo hace con una lluvia de 6,3 millones de euros que permitirán borrar en parte la fractura que supone el paso del tren. Nada aún del soterramiento, pero sí, al menos, cuatro intervenciones de permeabilidad que tienen que estar listas en 2019.

La vieja pasarela, ya muy desgastada, devastada y con unos rampas demasiado pronunciadas del 7% se deshará como un azucarillo. En su lugar se levantará otra nueva, segura, con escalera y una rampa más liviana. La suerte es que mientras se prolongue esa obra, superior al millón de euros, Adif ampliará en metro y medio la plataforma por la que cruzan los vehículos las vías en Párroco, en la margen más cercana al Lidl, para que también la usen los peatones de forma provisional. Ese recrecido lo utilizará el Ayuntamiento posteriormente como carril-bici. Será una estructura exenta.

En esas tres décadas sin actuaciones de renombre para coser los barrios del municipio, sí se han acometido labores menores, como los pasos subterráneos de la calle Príncipe, que se inundan cuando llueve, o la pasarela de hierro de Limonar de Cuba, inutilizada la mayoría de las ocasiones y cuyos ascensores sufren decenas de averías.

Ninguna obra, al menos, de la envergadura de la que se iniciará este año para enlazar el entorno del Hospital de San Juan de Dios por encima de las vías con el propio Ayuntamiento de San Andrés, valorada en 2,7 millones. Ese sueño, ya que la conexión planteada en forma de puente en la calle El Viento podría aliviar el 70% del tráfico de la avenida San Ignacio de Loyola, se completa con dos rotondas a ambos márgenes del paso del ferrocarril. Una grande, en forma de hipódromo, en el cruce de las calles Pontona y Jesús Nazareno, que logrará unir la carretera de Caboalles (N-623) con la de Carrizo, en la otra orilla; y una glorieta más pequeña en la calle Volcanes, cerca de las instalaciones de mármoles Aldeiturriaga, que dará servicio hacia las calles de San Andrés pueblo.

El puente dispondrá de dos carriles de 3,3 metros cada uno con un pequeño arcén y una barrera, además de una acera de 2,5 metros y un carril de 2 metros en un lateral. Los 800 metros de viales de conexión y el puente son vitales para entrar y salir del municipio. De hecho, el equipo de Gobierno calcula que servirán para aliviar hasta 5.500 vehículos diarios que cruzan San Juan de Dios en dirección a Pinilla.

El Ayuntamiento ha pedido a Adif que esa nueva carretera disponga de cuatro carriles, en lugar de dos, pero el gestor ha decidido hacerse cargo sólo de dos viales ahora y dejar anclados los otros seis pilares que posibilitarán en un futuro añadir la otra doble vía si fuera necesario por la densidad del tráfico rodado.

El arreglo de la pasarela de Limonar de Cuba y de los dos pasos subterráneos de la calle Príncipe completan los trabajos que saca a licitación Adif. En la pasarela se dispondrá una caseta a nivel de la calle para reubicar los motores de los ascensores, actualmente situados en una arqueta bajo el nivel de la calle. También se sustituirá el alumbrado del tramo superior de la infraestructura por otro antivandálico, se impermeabilizará el tablero y se sellarán las zonas de contacto del hormigón del forjado con los perfiles del cordón inferior. Además, se sellarán las juntas entre las chapas de los descansillos.

En la calle Príncipe, la calzada se desplazará hacia el Oeste y se dejará una única acera, pero más grande de 2,5 metros. Se limará el desnivel que deben atravesar los peatones, que caminarán por una rampa más elevada que los vehículos. De los planes de Adif, que se licitarán en breve y poseen un plazo de ejecución de 11 meses, se cae, no obstante, la pasarela reivindicada por los vecinos de La Sal.

Un barrio hacia el que se desplazaron las vías que circulaban por Azorín en los años cincuenta cuando había tres casas y en el que hoy residen más de 3.000 personas.

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