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2 abril 2018

Asturias

El tren a León viaja con el 91,8% de plazas vacías y precisa 2,2 millones al año de subvención

Un tren de cercanías y otro regional, en la estación de Sanz Crespo en Gijón. / PALOMA UCHA
Un tren de cercanías y otro regional, en la estación de Sanz Crespo en Gijón. / PALOMA UCHA

Un estudio encargado por el Ministerio de Fomento califica como «ineficiente» la conexión por ferrocarril desde Gijón

RAMÓN MUÑIZ GIJÓN. Domingo, 1 abril 2018, 05:19
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Uno de los trenes regionales más ruinosos del país, una de las carteleras de cercanías más abundantes, una de las clientelas más selectas, capaces de cambiar el ferrocarril por otro modo a la mínima de cambio. Así es el retrato que hace de Asturias la consultora Ineco en un informe sobre el sector ferroviario solicitado por el Ministerio de Fomento para analizar si le sigue mereciendo la pena soportar el déficit de Renfe, que supera los 800 millones al año solo en cercanías.

Por ahora las conclusiones a las que llega Ineco a la vista de los resultados del estudio no están teniendo consecuencias drásticas, pero en los últimos años el Ministerio de Fomento, antes de acordar que sigue sosteniendo estos servicios, echa números. Analiza costes, ocupación, si las frecuencias son excesivas... Y estas cuentas están dejando a la conexión Gijón-León en una posición precaria, al revelarse como la segunda más deficitaria del país en la categoría de relaciones interregionales.

Con cuatro servicios Alvia al día circulando de Gijón a León y otros tantos en sentido contrario, el regional tiene la virtud de dar servicio a las estaciones del puerto. Tarda así unos cuarenta minutos más que el tren de largo recorrido, pero se detiene en Ujo, Lena, Campomanes, Puente de los Fierros, Linares-Congostina, Busdongo, Villamanín, Santa Lucía, Pola de Gordón y La Robla. Hay un regional que termina su trayecto en la capital vecina, pero se alterna con otro que continúa hacia Valladolid. El Gijón-León capta una media de nueve viajeros por circulación, mientras que el que sigue hasta la capital pucelana alcanza los 48 usuarios.

En la última auditoría, el balance entre ingresos y gastos se situó en el 9,9%. Es decir, que por cada 99 céntimos que ponen los viajeros el ministerio debe aportar otros 9,1 euros para cubrir los costes. Utilizando la contabilidad de 2015, el informe detalla que los clientes aportaron 244.006 euros mientras que los costes de este servicio ascienden a 2,4 millones.

En consecuencia, el Ministerio de Fomento pone una subvención de 2,2 millones para que este servicio siga funcionando.

Solo la conexión entre Madrid y Sigüenza requiere de una ayuda del Gobierno central de mayor proporción, dado que lo que pagan sus clientes aportan apenas el 2,2% de la factura. De media, el regional asturleonés circula con un 91,8% de los asientos vacíos.

Conexión ineficiente

En base a estos números, la consultora encargada de hacer el estudio clasificó a cada conexión en función de si es una línea eficiente, de baja o dudosa eficiencia, de muy baja eficiencia o directamente «ineficiente». León-Gijón figura en este último caso, el reservado a servicios con menos de un 15% de aprovechamiento y que no llegan a cubrir el 30% de sus costes operativos.

Pese a ello, el informe propuso al Ministerio de Fomento que mantenga la financiación de la conexión. Lo hizo, con el aviso, eso sí, de que «se debe mejorar el aprovechamiento, así como mejorar la ratio de cobertura». Como remedo a la situación actual de esta conexión sugiere, en su análisis, que los servicios que siguen el viaje hacia Valladolid se libren con trenes de 120 asientos, más pequeños y baratos de poner en circulación que los actuales. La idea propuesta para acabar con esta baja utilización de los servicios ferroviarios, además, tiene precedentes. Es la que se aplica, por ejemplo, en el servicio que se ciñe al recorrido entre Gijón y León.

El informe elaborado por la consultora Ineco está fechado el pasado mes de noviembre y sirvió de base para que el Consejo de Ministros aprobara un mes después seguir financiando todos los trenes regionales que aún existen y los servicios de cercanías.

La decisión final, por cierto, incluyó un incremento de frecuencias entre Oviedo y Avilés, para que el usuario disponga de un tren cada media hora, y no cada hora, como hasta ahora. Se trata de una mejora que la consultora no aconsejaba en su trabajo y que incrementa el déficit en 1,74 millones.

Menos que en el resto

El diagnóstico de las cercanías de ancho convencional (los trenes rojos) constata que de los once núcleos que hay en el país, Asturias tiene 156 circulaciones al día, la quinta mayor oferta de frecuencias, lo que se compadece mal con su aprovechamiento.

Los trenes de Renfe van aquí con el 21,1% de las plazas ocupadas, lo que es unos quince puntos menos que en el resto del país. Málaga, con unas 11.000 circulaciones menos al año logra casi el doble de pasajeros. Los cercanías aquí llevan un promedio de 89 clientes por tren, lo que supone un 71% menos de gente que en el resto de núcleos. Solo Santander y Zaragoza ven pasar a trenes más vacíos, con 51 y 23 pasajeros por unidad.

La auditoría, que el Ministerio de Fomento acaba de divulgar en su web, se hace eco además de una serie de encuestas realizadas a los clientes. Preguntas y respuestas que señalan a los asturianos como los viajeros menos fieles al ferrocarril. Solo el 21,7% declaró que utilizaba únicamente el cercanías para moverse, cuando en el resto del país así se confiesan el doble de los preguntados. Aquí la mitad de los encuestados admite alternar el ferrocarril con el coche particular y un cuarto dicen que en caso contrario optan por el autobús. Se trata en ambos casos de las mayores proporciones del país.

El informe encargado por Fomento dibuja así un núcleo de cercanías que resulta favorecido en cuanto al número de frecuencias, con trenes cuyo aprovechamiento es moderado y una clientela más propensa a decantarse por el coche o el autobús si Renfe baja la guardia.

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