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28 julio 2017

El AVE: 25 años que han cambiado nuestra forma de viajar

8:18 - 28/07/2017

-La alta velocidad alcanzó los 357 millones de viajeros desde 1992

Foto: Archivo

Fue el 15 de abril de 1992 cuando se vieron de manera tangible los frutos de largos años de desarrollo de una tecnología propiamente española. El primer trayecto del AVE unía Madrid y Sevilla, un viaje en el que se superaron los 300 kilómetros/hora y que iba a cambiar de manera definitiva la forma de viajar por España.

Cinco días más tarde se inauguraría la Exposición Universal en la capital hispalense, y a finales de julio darían comienzo los Juegos Olímpicos de Barcelona, los primeros celebrados por una ciudad española. El año 1992 vino, pues, a certificar la entrada de España en una modernidad homologable a la de los países europeos de referencia.

Sin duda, una de las variables que más ha cambiado en estos 25 años es la duración de los desplazamientos. Hoy, la velocidad comercial media se sitúa en los 222 km/h por la red de alta velocidad, un registro superior al de Japón (218) y Francia.

El salto desde finales de los años 80 es claro en conexiones como el AVE Barcelona-Madrid: en 1986, la velocidad media era de 94 km/h; hoy es de 248 km/h (en un viaje sin paradas), un 160% superior. O los 96 km/h del viaje Barcelona-Zaragoza, promedio que hoy es de 229 km/h.

La alta velocidad ha hecho que las distancias se acorten visiblemente. Las conexiones de Madrid con Málaga y Barcelona, por ejemplo, han pasado de suponer más de siete horas (en 1986) a algo más de dos en la actualidad. Ir de Valencia a la capital es hoy un viaje de 1,35 horas, cuando hace 30 años suponía casi cuatro horas y media.

La ventaja de la rapidez, la comodidad y la puntualidad han hecho de la alta velocidad una alternativa de atractivo creciente. El año pasado 35,2 millones de viajeros hicieron uso de ella, 20,4 millones emplearon el AVE (el resto de viajeros se repartieron entre la alta velocidad en distancias medias -Avant- y los servicios de larga distancia mixtos, Alvia fundamentalmente).

La cifra representa un alza del 5,3% respecto al año anterior, y pulveriza los 1,3 millones de desplazamientos en aquel año inaugural de 1992. Desde el 21 de abril de ese año al 21 de abril de 2017, la estimación de Renfe es que 357,5 millones de personas han utilizado los servicios de alta velocidad en España.

La opción preferida

De acuerdo con los datos de Renfe para el "mercado de movilidad peninsular", el ferrocarril ha superado al avión como principal medio de transporte colectivo en España para trayectos de larga distancia, con 30,2 millones en 2016 frente a los 13,8 del modo aéreo.

Los datos que proporciona el INE recogen un descenso continuado en el uso del autobús en trayectos interurbanos de larga distancia desde 2009 (primer año para el que hay cifras); han pasado de 19,9 millones entonces a 16 millones en el conjunto de 2016.

La red ha cambiado mucho en este cuarto de siglo. De los 472 km iniciales hemos pasado a 3.240. Ahí se incluyen todas las líneas de alta velocidad, que son la mayoría, y algunos tramos de la red convencional que se han adaptado para circular a más de 200 km/h, siguiendo los criterios de la Unión Internacional de Ferrocarriles (UIC).

Esto ha supuesto un importante ahorro de tiempo y una mejora en los viajes de millones de españoles que viven en Pamplona, Cádiz, Asturias, Galicia... La introducción de trenes con sistema de ancho de ejes variable y de intercambiadores de ancho en vía permiten combinar la red convencional con la de alta velocidad y extender sus ventajas a 27 provincias y 47 estaciones, que cubren un 67% de la población.

Impacto social

Desde su puesta en marcha, la alta velocidad ha contado con una inversión aproximada de 52.000 millones de euros, haciendo del sector ferroviario uno de los motores del desarrollo socioeconómico.

El impacto se ha dejado notar también en la carretera, por la creación de un escenario nuevo de oferta y demanda, y la reducción del tráfico y los accidentes que deriva de su mayor utilización. Los servicios de alta velocidad en España entre 1992 y 2016 han permitido un ahorro estimado 4.286 millones de euros, si se evalúan en términos económicos los efectos medioambientales y de accidentes que habría ocasionado este transporte por otros medios.

También según esta hipótesis, Renfe cifra en 12,9 millones de toneladas las emisiones de CO2 evitadas, y estima también un ahorro en el consumo de energía de 2,6 millones de toneladas equivalentes de petróleo (toe).

Viajar entretenido

En los 25 años desde su estreno, la alta velocidad se ha adaptado a los cambios tecnológicos. En 2014 Renfe lanzó la app Renfe Ticket, que permite comprar, cambiar y anular billetes de AVE, larga y media distancia o consultar la puntualidad de los trenes, entre otras funciones.

En 2016, estrenó su plataforma PlayRenfe, una plataforma pionera de conectividad wifi con contenidos a la carta proporcionados por Telefónica. Este servicio ofrece -sin coste para los clientes fidelizados por +Renfe y los que viajen en preferente- conectividad de hasta 100 Mb de datos y acceso a estrenos de cine, música, series y libros.

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