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5 abril 2017

Renfe mira a los puertos y al exterior para salvar su negocio de mercancías

4/04/2017 - 6:00
 
 
 
 
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  • Lanza un plan para rescatar la filial tras sumar pérdidas por 213 millones
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Renfe Mercancías
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Renfe lanza un plan de desinversión de activos, ajuste de gastos y búsqueda de nuevas vías de ingresos para salvar su negocio de mercancías, que suma pérdidas de 213 millones en los últimos cuatro años. El operador ferroviario, que lleva algo más de un año cerrando las rutas menos rentables y reestructurando su cartera de clientes y servicios para eliminar los que dan pérdidas, ha puesto en marcha un plan de comercialización que busca potenciar los ingresos y la rentabilidad del grupo en los tres años. La hoja de ruta del grupo pasa por potenciar la actividad internacional de Renfe Mercancías y desembarcar en nuevos países y por impulsar el negocio intermodal con los puertos y la carretera.

 

"Estamos potenciando las oportunidades de transporte por tren entre el puerto de Barcelona y Francia, y Alemania y entre centros de logística de Aragón y Francia", explicó Abelardo Carrillo Jiménez, director general de Renfe Mercancías. A su vez, el directivo señaló que negocian alianzas con Puertos del Estado para entrar de lleno en el transporte de contenedores. "El tráfico de contenedores es una apuesta valiosa para Renfe y supone un futuro esperanzador", apuntó Carrillo. Para desarrollar el negocio intermodal con los puertos es fundamental que Adif concluya el Plan de Accesibilidad Terrestre, que está centrado en la conectividad ferroviaria.

Dentro de los planes portuarios, Renfe Mercancías afronta dos restos: las grandes navieras y los estibadores. Por un lado, gigantes como Maersk están desembarcando en toda la cadena de logística, lo que incluye la parte terrestre para llevar las mercancías directamente de punto a punto. Esto compite directamente con los planes de Renfe por hacerse con un trozo más grande del transporte de mercancías que entran y salen de los puertos. Por otro lado, el conflicto de la estiba puede dañar el sector si se alarga y no se consigue liberalizar. "Supone un riesgo como para cualquier otro operador que trabaje en los puertos", apuntó el director general.

El plan de reestructuración aprobado por Renfe también contempla concentrar esfuerzos en el transporte de grandes pesos, grandes graneles y vehículos así como racionalizar la oferta y replegar el negocio.

La estrategia para aumentar los ingresos y la rentabilidad apuesta a su vez por una forma de comercialización más directa y proactiva y por digitalizar los procesos de gestión de la producción. "Queremos implantar una nueva orientación comercial: planificar la oferta y buscar nuevos cauces de comercialización", explicó el director general de la filial de mercancías.

Así, el grupo asegura que hay margen para que los ingresos de la compañía vuelvan a crecer a pesar de que van a reducir el tamaño de la misma entre un 20 y un 30% con la venta de 1.500 vagones, 66 locomotoras y de Tranfesa y Semat, las firmas con las que Competencia le acusa de haber pactado para obstaculizar la competencia en el sector y por la que le ha puesto una multa de 65 millones.

Los ingresos de Renfe Mercancías cayeron un 6,3% en 2015 y un 6,4% en 2016 hasta los 218 millones, por el cierre de tráficos y la caída de los precios fruto de la mayor competencia. A pesar de esta tendencia, la firma cree que hay margen para que crezcan entre un 4 y un 5% anual en los próximos años.

Por último, el plan de rescate incluye la salida de 316 trabajadores más (un 24%). Así, la compañía recorta empleos por cuarto año consecutivo: cerró 2013 con una plantilla de 1.700 trabajadores y se espera que termine el año con unos 984 empleados. El objetivo de las medidas es reducir los gastos un 20% y recuperar la rentabilidad en 2019. Entre los hitos del plan destaca salir de perdidas en 2017 por la venta de activos. En 2016 la filial perdió 48 millones, 11 millones más que en 2015.

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