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1 febrero 2017

Fomento elude el canon que Renfe debe pagar al gestor de infraestructuras

Adif en bucle ante su fusión con Renfe y la liberalización de 2020

Reestructura toda su cúpula organizativa y crea una nueva Dirección General de Estrategia

 
Tren Alta velocidad de Adif
Tren Alta velocidad de Adif

Sumido en un bucle por los sucesivos cambios de planes, Adif da los primeros pasos para afrontar los nuevos retos de la liberalización ferroviaria prevista para 2020 y prepara la compañía de cara a una futura fusión con Renfe. El gestor de infraestructuras ferroviarias ha reorganizado parte de su estructura organizativa y creado una nueva Dirección General de Estrategia y Transformación que se ocupará de diseñar la nueva política de la compañía y su modernización. Pero sigue empantanado con los cánones.

Su nuevo pre­si­dente, Juan Bravo, ha mo­di­fi­cado la es­truc­tura del ac­tual co­mité de di­rec­ción con un es­quema si­milar al de Renfe con cinco di­rec­ciones ge­ne­rales que cuelgan di­rec­ta­mente de pre­si­den­cia. Además de las cuatro di­rec­ciones ge­ne­rales ya exis­ten­tes, la Financiera al frente de la cual está Manuel Fresno Castro, la de Explotación y Construcción (Isabel Pardo), la de Desarrollo del Negocio Corporativo (Miguel Nieto Menor), y la Dirección General de Gestión de Personas (Alicia Portas Martínez), se ha creado la Dirección General de Estrategia y Transformación. El gestor no ha es­pe­ci­fi­cado quien es­tará al frente de la misma, aunque se es­pera que se anuncie en breve.

Fuentes de Adif han ex­pre­sado que la nueva re­or­ga­ni­za­ción de la cú­pula di­rec­tiva obe­dece a una es­truc­tu­ra­ción de la com­pañía que per­mita la adap­ta­ción al fu­turo cuarto pa­quete fe­rro­viario que la Unión Europea ha im­pul­sado para 2020 pero que, en ningún caso, se esté ha­blando ya de una fu­sión con Renfe.

La di­rec­ción General de Explotación y Construcción al frente de la cual está Isabel Pardo, sigue siendo el nú­cleo prin­cipal de la com­pañía como res­pon­sable que es del fun­cio­na­miento de la red de fe­rro­ca­rril es­pañol. Las otras cuatro di­rec­ciones ge­ne­rales es­tarán en per­ma­nente coor­di­na­ción con el de­par­ta­mento que desa­rrolla los pro­yectos de la red fe­rro­viaria de Adif.

Con esta nueva es­truc­tura or­ga­ni­za­tiva, Adif de­berá abordar no solo la aper­tura del sector a la com­pe­tencia que se creará a partir de 2020 y la po­sible fu­sión con Renfe, sino el resto de los retos que debe afron­tar. La em­presa tiene, por ejem­plo, pen­diente de con­cluir los co­rre­dores del AVE a Galicia, Asturias, País Vasco, Murcia, Extremadura, Granada y el Corredor Mediterráneo.

El pro­blema del canon

El canon de peaje que la com­pañía cobra a Renfe es otro de los temas en liza y que más preo­cupan al gestor de in­fra­es­truc­turas fe­rro­via­rias, pues es su prin­cipal fuente de in­gre­sos. La com­pañía quiere subir un 15% las ta­rifas que cobra a Renfe por el uso de sus lí­neas y las es­ta­ciones con el fin de amor­tizar sus in­ver­siones y hacer frente a la ele­vada deuda que arras­tra.

La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) se opone a la subida que pre­tende im­poner Adif a Renfe por con­si­derar que res­taría in­gresos a la ope­ra­dora de tre­nes. La CNMC plan­tea, por el con­tra­rio, una subida de un 4% en el canon fe­rro­via­rio. Este es uno de los temas más pe­lia­gudos que el Ministerio de Fomento y su mi­nis­tro, Íñigo de la Serna, tiene que re­solver y que lleva de­ma­siado tiempo en el ca­jón.

Adif Alta Velocidad, la di­rec­ción en­car­gada de la Red AVE, está en nú­meros rojos -hasta junio pre­sen­taba unas pér­didas de 140 mi­llones de eu­ros- y so­porta una deuda de 14.575 mi­llones de eu­ros. Además, tiene obras de Alta Velocidad en marcha va­lo­radas en unos 12.500 mi­llones de euros por lo que el canon que cobra a Renfe es vital para poder ges­tionar su deuda y salvar los re­sul­ta­dos.

Renfe, por el con­tra­rio, ha vuelto a los nú­meros ne­gros y prevé ce­rrar 2016 con re­sul­tados po­si­tivos gra­cias a los ré­cords de via­jeros que está re­gis­trando y al ren­di­miento de al­gunas lí­neas de AVE como la de Madrid-Sevilla, el AVE Madrid-Barcelona y el AVE a Valencia. La em­presa fe­rro­viaria con­ta­bi­liza una deuda re­la­ti­va­mente pe­queña, por de­bajo de los 5.000 mi­llones de eu­ros.

La deuda, un hán­dicap para la fu­sión

La ele­vada deuda que ambas so­cie­dades acu­mulan será real­mente uno de los grades hán­di­caps que tendrá la po­sible fu­sión de Adif y Renfe. El fu­turo hol­ding he­re­daría un en­deu­da­miento de unos 20.000 mi­llones de euros y unas in­ver­siones pen­dientes de rea­lizar -valoradas en 12.500 mi­llo­nes- que ge­ne­ra­rían unos costes fi­nan­cieros muy ele­va­dos.

El Ministerio de Fomento ha pa­ra­li­zado de mo­mento la li­be­ra­li­za­ción el trans­porte fe­rro­viario hasta 2020, fecha en la que será obli­ga­toria en la Unión Europea, y no sacar el tí­tulo ha­bi­li­tante que es­taba pre­visto para el co­rredor del Levante, tal y como plan­teaba el Ejecutivo an­te­rior. Con ello, Renfe man­tendrá el mo­no­polio hasta 2020 y mien­tras tanto, se tra­ba­jará en la fu­sión de Adif y Renfe.

Ambas com­pañías se se­pa­raron en 2005. Entonces, se crearon dos em­presas di­fe­ren­tes. Una sería Adif de­di­cada a las in­fra­es­truc­tu­ras, y Renfe, en­car­gada de la ope­ra­ción y del man­te­ni­miento de los tre­nes. Esta úl­tima he­redó todo el ma­te­rial ro­dante y los ta­lleres de man­te­ni­miento, y la pri­mera todas las lí­neas fe­rro­via­ria, más una plan­tilla que ac­tual­mente se eleva a unas 13.000 per­so­nas. Lo que se quiere hacer ahora es el mismo sis­tema que fun­ciona en Alemania y Francia, donde el gestor de las vías y el ope­rador de trenes están en un único hol­ding.

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